Persona manipuladora

Hola, mucho gusto y muchas gracias por invitarme a su pódcast. Mi nombre es Mía Zurita, tengo 21 años de edad, y actualmente me encuentro estudiando la carrera de Medicina Veterinaria. 

Voy a contarles un poco acerca de la relación tóxica que tuve durante siete años, porque desde que era muy chiquita, desde los 14 años, he estado con esta persona que, básicamente, me arruinó la vida. Pero hoy estoy aquí para compartirles lo que pasó.

Nos conocimos porque a mí me gustan mucho los videojuegos y coincidimos en uno de ellos.

Esa fue la manera en la que nos conocimos y todo pintaba muy bien. 

Después de ser amigos empezamos a salir, luego fuimos pareja, pero todo estuvo mal desde el inicio.

Desde el primer año, esta persona era manipuladora, celosa, tóxica. Hizo que me alejara de absolutamente todos mis amigos y amigas. No podía llevarme bien con ningún hombre. Vivía en una relación fatal.

Terminar la relación

Un día después de cumplir nuestro primer aniversario, me llegan mensajes de “hola, amiga, tú no me conoces, pero hay algo que quiero que sepas”.

Desde ahí comenzamos mal porque empezaron a enviarme capturas de su infidelidad durante un viaje que hizo en quinto curso.

Se fue a Bávaro y, sí, en efecto, me terminó engañando con otra persona que también tenía pareja. 

En este punto yo quise terminar la relación, pero pasé por algo super difícil porque en ese entonces mi familia lo quería muchísimo. 

Mi familia, por decirlo así, se puso del lado de él, y esto fue algo que me afectó bastante y que me ha costado superar hasta el día de hoy. 

Mi familia lo apoyaba, permitía que ingresara a la casa, de modo que nunca tuvimos una ruptura de verdad. 

Regresamos pero seguía cometiendo infidelidades. Y así siguieron pasando los años. 

No sabía estar solo

Llega un punto en el que me voy a trabajar a otro país, teníamos ya unos cuatro o cinco años más o menos, y empiezo a darme cuenta de lo que realmente me gusta, porque yo me cohibía tanto que ni siquiera sabía cuál era mi color favorito ni mi comida preferida. 

O sea, realmente puse toda mi vida alrededor de este hombre. Eso fue algo que me hizo colapsar en ese tiempo. 

Sufrí un montón de depresión, pero me estaba dando cuenta de que siempre quise saber qué era lo que me gustaba a mí.

Decidí terminar las cosas con él una vez que regresé al país, pero ¿qué pasó? Terminamos la relación y me di cuenta de que no sabía estar sola. 

Esto es algo de lo que se debe hablar. Yo toda la vida tuve amigas que me decían “amiga, date cuenta, amiga, no es bueno para ti, te hace mucho daño, te manipula, te alejó de todas nosotras, es muy tóxico”.

Pero ahora sé que es difícil decirle a alguien que salga de ahí si no ha vivido esa experiencia. 

Bebía mucho alcohol

Es decir, uno no puede opinar si no ha estado en los zapatos de otra persona, por eso yo entiendo rotundamente a todas las chicas cuando no se separan. 

Como dije anteriormente, toda mi relación, absolutamente, toda mi relación, fue de manipulación, engaños, mentiras.

También esta persona bebía muchísimo alcohol y se ponía agresiva, violenta. 

Después de una fiesta, por ejemplo, esta persona conducía ebria, teníamos peleas en el carro, y empezaba a acelerar. 

Ahora que lo pienso, pude haber muerto en tantas ocasiones. Hubo una vez en la que chocamos y terminamos en una ambulancia. 

Todas las cosas por las que pasé realmente han sido fatales, pero llega este punto en el que decido terminar, y nuevamente volví a caer en lo mismo.

Aquí hay un punto clave, empecé a tener ayuda psicológica y desde ahí comenzó mi evolución para poder dejar a esta persona. 

Actualmente, estoy en otro país. Tuve que dejar Ecuador, dejar el país que yo amo, porque me iba a hundir si me quedaba con esa persona.

Nunca habría sido capaz de abrir los ojos y darme cuenta de todo el daño que me estaba haciendo, porque robaba mi luz, mi potencial. 

Eso es lo que pasó básicamente.

Perdonar muchas veces

Siempre creí en la intuición, o sea, no es por nada, pero ese “ojo de loca no se equivoca”, no es nada más que mera intuición y la intuición femenina es cierta. 

Cada vez que estábamos en un buen punto de la relación, yo decía «algo me está haciendo, porque no todo puede ser tan bonito«. 

O sea, como que se está portando mejor, está actuando mejor, parece que de verdad se está esforzando, pero yo sentía siempre ahí una espinita. Y cuando revisaba su celular (porque también éramos muy tóxicos) encontraba un montón de cosas. 

En un solo año me engañó cuatro veces. Le encontraba en páginas de escorts, hallaba mensajes comprometedores, y yo le perdonaba porque pensaba que podía cambiar. 

O sea, tenía este tonto concepto de salvadora. Pensaba que si mejoraba, que si me convertía en una mejor persona, en una mejor mujer, él iba a reflexionar e iba a dejar de hacer esas cosas.

Hasta llegué a pensar que él me amaba. Claro que nunca me amó si analizo la forma en la que me trató.

Llegar al fin

Mi fin fue básicamente desde que decidí venir a Portugal, porque me di cuenta de que si me quedaba en Ecuador, como dije anteriormente, iba a volver con él.

Mi acto más valiente fue haberme ido del país, algo que yo siempre he querido hacer, pero básicamente fue eso. La última gota que derramó el vaso fue que le descubrí otra infidelidad. Justo un mes antes de mi viaje descubrí una infidelidad.

Encontré todos los mensajes en los cuales él se refería a mí como “solo estoy con ella por pena, ella me da mucha pena, pero ya se va del país”. 

Empecé a escuchar muchos audios que enviaba a sus amigos y me humillaba. También escuché audios en los que él compartía con sus amigos nuestros momentos de intimidad. 

Fue fatal. En qué cabeza cabe que les cuentes a tus amigos esas cosas de la persona con la que llevas siete años. 

Tuve que ocultar a mi familia que me enteré de esto, y las últimas semanas que estuve en Ecuador opté por quedarme con mi mejor amiga.

Claro que después cedí porque iba a viajar. Entonces nos despedimos en el aeropuerto y no pasaron ni 24 horas, yo seguía viajando, cuando me llega un mensaje en el que me indican que en una discoteca él besó a cuatro chicas. 

En ese momento decidí apagar mi cerebro y decir “ya no más, desde el momento en el que te subiste a este avión tu vida pasada se acabó. Eso ya murió, ya no está en tus manos, tú ya no puedes controlarlo, te estás yendo a otro país, vas a volver a renacer, vas a volver a empezar. De ahora en adelante tienes que hacer las cosas bien”. 

Y al final me seguí enterando de más cosas. Una vez que llegué acá me enteré de otras cosas y lo que definitivamente me mató y la razón por la que le bloqueé de todos los medios, hasta del correo electrónico, es que ha estado también con una prima mía, durante años. 

Hasta ese punto llegamos.

Mensaje para las mujeres

Lo que yo aprendí en todo este tiempo es que tú no puedes cambiar el pensamiento de un hombre, no puedes hacer que un hombre cambie.

Lo que debes hacer es simplemente salir adelante por tu cuenta, crecer, y enfocarte en tu crecimiento personal. 

Si quieres ver crecer algo fíjate en una planta, no en un hombre. Tú no estás encargada de eso. Eso es algo que me marcó un montón.

Lo que más me duele actualmente es haber permitido que me haga tanto daño en todo este tiempo. La única persona por la que siento pena es por mí, por eso me juré que no voy a dejar que nadie me lastime. Voy a hacer todo lo posible para ser exitosa.

Ahora tomo esto que viví por siete años como una lección de vida. 

Simplemente, es algo que me empuja para poder lograr ser una mejor persona, mi mejor versión, y para poder sacar todo mi potencial, ya que no tengo a un narcisista a mi lado. 

Narcisistas

Las mujeres no tenemos que tener ningún tipo de relación con narcisistas, porque lo único que van a hacer es tratar de robarte toda tu energía, todos tus amigos, toda tu esencia, como me pasó a mí, que no sabía ni siquiera cuál era mi color favorito.

Van a querer apoderarse de todo lo que tú tienes, porque a la persona que tienen más envidia es a ti, por eso recomiendo que ninguna chica se meta con estos chicos que tienen estos patrones. Jamás. 

Estoy rehaciendo mi vida poco a poco. Estoy manteniendo mi mente ocupada. Estoy estudiando actualmente. Entré al gimnasio, empecé a cocinar, a revisar más recetas.

Estoy siempre con la mente ocupada, y esto es algo que me está ayudando a conocerme a mí misma. Gracias a ello estoy saliendo adelante. Siento que haberme ido de Ecuador fue la mejor decisión. 

Siento que dejé una carga que arrastré por siete años, la dejé finalmente, y tengo estas alas que me están permitiendo volar y hacer lo que yo quiera. Ya no tengo a alguien que esté aferrado a mí y eso es algo que me hace muy feliz hoy por hoy.