La última creación sonora de la colombiana más internacional, “Shakira: Bzrp Music Sessions, Vol. 53”, ha facturado, según los últimos datos, más de 30 millones de dólares desde su lanzamiento . Y aunque la cifra resulta deslumbrante, es sólo un número en el vasto océano de la inequidad financiera que afecta a las mujeres en América Latina. Las mujeres no lloran, las mujeres facturan. Y facturan mucho menos de lo que deberían.
El éxito de Shakira es innegable, y el impacto de su música en la industria del entretenimiento también. Sin embargo, esta realidad contrasta con la de millones de mujeres en la región que enfrentan desigualdades económicas estructurales en su vida diaria. Según el informe del año 2019 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres en América Latina ganan, en promedio, un 20 % menos que los hombres por el mismo trabajo y en igualdad de condiciones.
Las cifras no mienten: las mujeres facturan menos que los hombres
La brecha económica con respecto al género sigue siendo un lastre para la igualdad y el desarrollo de América Latina. Las cifras no mienten y, en consecuencia, la desigualdad económica se traduce en una desigualdad de oportunidades y limita el acceso de las mujeres a la educación, la salud y la justicia. Así, las estadísticas evidencian una desigualdad de oportunidades económicas entre hombres y mujeres:
Según un informe de The Word Bank: “si bien las tasas de empresariado femenino son más altas en América Latina y el Caribe que en otras regiones (alrededor de un 50% de las empresas tenían participación femenina en la propiedad en el año 2018), las mujeres tienen más probabilidades de ser ‘empresarias por necesidad’, es decir, a emprender porque se les niegan oportunidades en el mercado laboral formal. Asimismo, tienden a concentrarse en micro y pequeñas empresas. Las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de tener una cuenta bancaria formal, ahorrar en una institución financiera y obtener préstamos de instituciones financieras. Además, las empresas propiedad de mujeres en América Latina se concentran en menos sectores y en los menos rentables económicamente con relación a las empresas propiedad de hombres (principalmente en el comercio, la industria manufacturera y los servicios). Si bien las diferencias de productividad dependen principalmente del tamaño de la empresa y del sector económico, las empresas propiedad de mujeres pueden ser menos rentables debido a las diferencias en los niveles de educación, el acceso a los recursos productivos, redes y mercados; y el acceso a los servicios de capacitación y desarrollo empresarial”.
La equidad de género involucra equidad financiera
Para combatir esta situación es necesario implementar políticas públicas que fomenten la inclusión financiera de las mujeres y promuevan la igualdad de género en todos los ámbitos. Por lo tanto, la educación, el acceso al crédito y la igualdad salarial son fundamentales para lograr una sociedad más justa y equitativa.
Mientras la brecha salarial y la discriminación económica sigan siendo una realidad, las cifras no serán más que un espejismo en un desierto de desigualdad. América Latina necesita un cambio profundo en su estructura económica y social para garantizar que las mujeres puedan alcanzar todo su potencial y contribuir plenamente al desarrollo de la región.
Una de las claves para lograr este cambio radica en la promoción de la educación y la formación de las mujeres en áreas tradicionalmente dominadas por los hombres, como la tecnología y las finanzas. La inversión en programas educativos y de capacitación específicos para mujeres no solo reducirá la brecha salarial, sino que también mejorará la competitividad y el crecimiento económico de la región.
Además, es fundamental abordar el problema de la violencia de género, que afecta a una de cada tres mujeres entre 15 y 49 años en América Latina y el Caribe, según la Organización Panamericana de la Salud. La violencia de género tiene un impacto devastador en la salud física y mental de las mujeres, así como en su capacidad para participar en la economía y alcanzar la igualdad financiera.
¿Cuál es el papel de los hombres en el reto por superar la brecha financiera?
Para cambiar la realidad de la inequidad financiera en América Latina, es necesario que los hombres se involucren activamente en la lucha por la igualdad de género y se conviertan en aliados de las mujeres. Solo así será posible construir una sociedad más justa e inclusiva.
El éxito de figuras como Shakira no debe invisibilizar la realidad de millones de mujeres en América Latina que aún se esfuerzan por acceder a las mismas oportunidades y derechos económicos que sus pares masculinos.
Conseguir igualdad financiera en América Latina es un reto que involucra dignidad, justicia y equidad. Y aunque las mujeres no lloran, sí se hacen escuchar. Es hora de que sus voces sean tomadas en cuenta y de que la región adopte medidas concretas para disminuir la brecha de género y garantizar un futuro más igualitario y próspero.