Cultura pop

Mar Rendón: “El mundo es de los que joden”

Revista Bagre. Mar Rendón.
Ilustración: Manuel Cabrera.

Decir que la cantante Mar Rendón no ha sido profeta en su tierra es verdad, pero una verdad a medias porque el apoyo que ha recibido de los ecuatorianos, antes y después de que viajara a México para participar en el reality La Academia, ha sido enorme.

Tenía 14 años y concursaba en Ecuador tiene talento cuando empezó a sembrar en sus seguidores ese sentimiento de admiración que hoy destella con mayor fulgor.

La entonces adolescente no ganó el concurso ecuatoriano, pero allí pudo aprender a atemperar un poco los nervios, a olisquear el aroma de la fama y a desatar el monstruo que llevaba en su garganta.

Hoy, acaba de llegar de México, país en donde gracias a su participación en La Academia se ha granjeado el cariño de una buena legión de mexicanos.

En ese reality, de factura mexicana, tampoco se llevó el primer lugar, pero a veces perder también significa ganar, sobre todo cuando se ha dejado todo en el escenario.

El puesto que pudo adjudicarse, aceptado a regañadientes por su ahora más numeroso público y por unos jueces que no vislumbraron —¿quién más si no era Mar?— su inmerecido tercer lugar, le significó un contrato con Sony México para grabar dos canciones.

La primera de ellas —un cover de Paty Cantú— ya fue grabada, de ahí que Mar haya regresado a Guayaquil por unos días para promocionarla.

La canción se llama Déjame ir, una balada romántica con pinceladas rockeras que lleva —en diez días— un millón y medio de visitas en YouTube. 

Mar Rendón no escatima en sonrisas ni abrazos. Cada persona que se le acerca, fan, novelero o advenedizo, es atendida por ella con calidez. Video: Revista Bagre.

Son las tres y treinta de la tarde, del lunes 29 de agosto, y la prensa aguarda por Mar en un local de Urdesa. También su incondicional club de fans de Guayaquil: las marcianas del TeamMar, como se hacen llamar.

A las 15:54 aparece la cantautora de 19 años con una falda negra y un corpiño adornado con flores, unas plataformas altísimas y unos ojos tan brillantes que iluminarían todo Manhattan.

Ingresa con su inobjetable carisma, su amplia sonrisa y su excepcional predisposición para responder de todo y a todos.

De hecho, más tarde, cuando se le consulta qué cualidad no debe perder nunca un artista, responde sin titubear: “la humildad, mantener los pies sobre la tierra porque la fama y todo eso que pasa con los artistas es efímero”.

Habla de artistas en tercera persona, como si ella no lo fuera. Es que no se lo cree, o tal vez sí, pero su cable a tierra sigue intacto.  

Mar Rendón durante su participación en el reality La Academia, programa de la televisora mexicana TvAzteca que concluyó el 14 de agosto. Mar, la representante ecuatoriana, quedó en el tercer puesto (el voto del público decidió al ganador). Fotografía: TvAzteca.

Sí, la fama es efímera, y el tiempo también, por eso Revista Digital Bagre recoge algunas de las preguntas que Mar responde en la rueda de prensa y otras que le formula más tarde de manera personal.

“Quiero agradecer a la prensa por el apoyo que me brindó cuando participé en La Academia; ustedes fueron una parte vital. Gracias por los votos; sabíamos que el programa se manejaba de acuerdo con el voto del público y necesitaba mucho el respaldo que me brindaron”, sostuvo la joven artista. 

“Pero también quiero decir que nada de esto sería posible sin los marcianes que siempre están apoyándome”, fueron las primeras palabras que pronunció Mar en medio de los aplausos y las arengas de un club de fans —el suyo— obnubilado con su presencia. 

 La cantante también expresó que con el sencillo que está promocionando —Déjame ir— intenta entrar a los charts de Ecuador, porque ya en México y en otros países ha entrado durísimo en iTunes

“No hay nada que me emocione más porque cuando fui a La Academia mis canciones y mis videos tenían trescientas reproducciones como máximo y ver todo este apoyo es gratificante”, dijo a continuación. 

Y así, en medio de la simpatía y de la calidez que exudó en todo momento, fue contestando las preguntas formuladas. Lo hizo con gracia, solvencia, seguridad.  

Sabemos que tus referentes son The Beatles y Demi Lovato, pero además de ellos ¿quiénes más te han inspirado?

A la persona que más admiro en este universo es a Freddie Mercury. Tengo su chaqueta amarilla en mi cuarto y lo amo, lo admiro, lo adoro. Para mí es lo mejor que ha existido en todos los tiempos.  

Y vocalmente hablando, ¿quiénes te han influenciado? 

Vocalmente siento que le copio muchas cosas a cantantes como Amy Winehouse, a Harry Styles, a Cristina Aguilera y un poco a Shakira, no tan intencionalmente pero sí un poco. Y esas son mis influencias, sobre todo Harry Styles en las vocales abiertas, que las hace de garganta. Eso se lo copié a él porque yo era fan de One Direction. 

Tenía problemas con las notas graves, más por nervios, y siento que La Academia me ayudó muchísimo a saber controlar ese miedo al bullying

Alexander (Acha) me ayudó con la colocación de las notas para tener mejores resonadores, de este modo mi voz no suena muy opaca, que era lo que me decían mucho al principio del programa, pero luego logramos encontrarle un brillo más bonito. 

¿El cantante nace o se hace? 

Yo creo que las dos cosas porque hay gente que nace con talento, pero si no practicas ni le dedicas tiempo a aprender no cultivas eso con lo que naces. Se puede aprender a cantar porque la voz al final del día es como un instrumento. Así como aprender a tocar guitarra toma su tiempo, aprender a cantar también. 

 Si no fueras cantante, ¿qué serías? 

Dermatóloga. Me gusta mucho el cuidado de la cara, sacar granos, sacar puntos negros. Me gusta la dermatología, pero no quise estudiar medicina porque lleva mucho tiempo. 

¿Qué les dirías a esas personas que quieren cantar?

Que no se cansen de intentar. Siempre he dicho que el mundo es de los que joden y todo se puede. Con esfuerzo, aprendiendo y tomándose en serio la carrera se puede aprender. 

Presentación de Mar Rendón en La Academia. Luego de interpretar Me cuesta tanto olvidarte, de Mecano, el jurado la llenó de elogios. Fotografía: TvAzteca.

En La Academia te mostraste versátil. En un mundo musical en el que lo urbano prima ¿estarías dispuesta en algún momento a involucrarte con ese género o seguirás con música romántica? 

Creo que sí, aunque he incursionado ya en el pop urbano porque Eres tú pertenece a ese género. No me negaría a entrar al reguetón; hay que diversificarse. Ahora estoy haciendo un poco de pop con fusión, pop con tango, pop con urbano, pop con balada y me gustaría seguir experimentando en esa onda.

(—¿Estoy hablando como mexicana?—, pregunta a la audiencia con media sonrisa). 

¿Cómo te sentiste al interpretar la canción Déjame ir, de Paty Cantú?

Me asusté porque es muy grave, pero le subimos medio tono y sentí que tenía muchísimo punch en el coro. Sacar una balada, como primer disco, es muy arriesgado, entonces me asusté, pero ahora siento que fue la canción perfecta porque tiene sus momentos más delicados, más románticos y en el coro puedo sacar a full la voz de pecho, gritadito y rockero. 

Me gustó mucho fusionar estos dos lados de mí que se vieron en La Academia, el lado baladista y la influencia del rock. 

Si tuvieras que hacer un dúo, ¿a quién elegirías?

A BTS, a Paty Cantú, a mujeres fuertes como Ha*Ash o Jesse & Joy. 

¿Qué aprendiste del jurado?

Muchísimo, que hay que tomarse en serio el trabajo, que cada crítica me haría crecer. A veces sí eran comentarios duros, pero había que tomarlos de la mejor manera porque ellos sabían lo que hacían. 

“Siempre respeté y admiré al jurado, lo sigo haciendo. Le he contestado mensajitos en Instagram a Lolita (Cortés), a Gavito (Arturo López), que siempre fueron buenísimos. Ana Bárbara es una mujer talentosísima, y Horacio (Villalobos) siempre se ha portado muy bien conmigo”. 

¿Cuál ha sido la mejor enseñanza?

“Haz lo mejor hoy”, de la maestra Guille (Gómez). Y también “no tomes ni todo lo bueno ni todo lo malo”. 

¿Qué crees que debes perfeccionar? 

Voy a México para asistir a una master class con Lolita, porque siempre creo que debemos seguir aprendiendo, siempre se puede ser mejor. Me falta mucho en cuanto a nervios, a mi postura; a veces, cuando estoy nerviosa, la voz me tiembla.

¿Te jugaron mal los nervios alguna vez?

Siempre me han jugado feo los nervios, me tiemblan las piernas, un ojo se me cae, me pongo mal, pero hay que pretender que no pasa nada. Como decía el maestro Beto (Castillo), hay que ser superwoman; seguir con el show. 

Mar Rendón se ganó la admiración del jurado de La Academia, sin embargo, el público, a través de sus votos, dirimió la final. Fotografía: TvAzteca.

¿Qué cualidad nunca debe perder un artista?

Creo que la cualidad que siempre debe acompañarnos es la humildad, mantener los pies sobre la tierra porque la fama y todo eso que pasa con los artistas es efímero. 

No hay que dejar que se te suba a la cabeza la fama porque al final del día hay karma y las cosas siempre se regresan, por eso hay que tratar a todos de buena manera. Regresar todo el cariño que te da el público. 

Ser agradecido es lo más importante en esta carrera. 

Nuestra revista se llama Bagre. ¿Alguna vez te has sentido Bagre?

Clarooo, y de ley me lo han dicho. Una vez los niños de la escuela hicieron una lista, de la más guapa a la más fea, y me pusieron penúltima. 

Obviamente me sentí horrible, pero me di cuenta de que son percepciones o ideas que inculcan en la mente no solo de los chicos sino también de las chicas. La belleza viene desde el interior y si tú te sientes bella te vas a ver bella. 

Eso fue lo que me pasó en La Academia. Yo siento que desde que me rompí (en terapia) y empecé a aceptar mi feminidad y como yo era —que estaba bien ser diferente— comencé a sentirme más bonita, y creo que la gente vio esa transformación en el escenario. 

¿Qué opinas del feminismo, te consideras feminista? 

Mar Rendón se identifica con el feminismo, de ahí que haya participado en campañas como “Amiga, ya no esás sola”. Su canción Querida, cuya melodía tiene una brizna de tango, aborda la problemática de la violencia machista.

Claro que sí. He estado en campañas como “Amiga, ya no estás sola”, y he aportado con mi canción Querida. Apoyo el feminismo, siento que hay gente que tiene una opinión errada sobre este, pero solo queremos derechos iguales para hombres y mujeres. 

Si escuchas mi canción Querida y Hoy vuelvo a ser yo te darás cuenta de que hablo sobre estos temas. 

A veces me pego unos mensajes bien bonitos por el 8 de Marzo, así que si me leen en Instagram y en otras redes sociales van a encontrar eso. El feminismo siempre va a ser una causa y un tema que estaré apoyando.  

Tras bastidores

Después de la rueda de prensa, no hay quien se resista a sacarse una foto con Mar Rendón. 

La besan, la abrazan, la estrujan, la apercollan, le piden un video, un saludo, dos saludos, tres, una videollamada… Ella accede a todo, sin regatear sonrisas.  

Mar Rendón nació en Guayaquil el 10 de noviembre de 2002. A los ocho años de edad descubrió que lo suyo era la música, luego de participar en un concurso en su escuela. A los once años formó su primera banda de rock. Luego participó en el programa Ecuador tiene talento.

Desde allí hasta ahora ha dedicado toda su vida a su sueño: ser artista. Paralelamente, terminó sus estudios secundarios, y ahora se prepara para estudiar Producción Musical y seguir derrochando talento a través de la música.

Revista Bagre. Mar Rendón.
En Guayaquil, el club de fans de Mar Rendón —TeamMarGuayaquil— está liderado por Wendy Rivero, de 23 años. Entre risas cuenta que se le acalambraron los dedos cada vez que Mar participó en La Academia. Votó por ella todas las veces que pudo. Ariana Aguilar es otra de sus febriles seguidoras. Fotografía: Isabel Hungría.
Tuit de la portada del 11 de septiembre. Diseño: Manuel Cabrera.