El anime es un fenómeno cultural originado en Japón que tiene mucha influencia en Latinoamérica, en especial entre los más jóvenes.
Para ello hay dos factores que influyen: el fuerte contenido visual de sus productos y las temáticas que abordan. Estas van, desde trastornos psicológicos como el pánico social, hasta el tema LGBTIQ, que el anime lo trata con naturalidad y respeto.
En Quito es muy frecuente que se realicen festivales otaku. Los fanáticos acuden con cosplays de sus personajes favoritos y hacen gran derroche. No solo de vestuario, sino también del conocimiento sobre sus ídolos.
La cultura otaku se va convirtiendo en referente y ser otaku ya no es considerado denigrante, como sucedió en el pasado.











