Cultura urbana

El renacimiento de la vida: el climaterio y su conexión con los ciclos lunares

Ilustración: Gabo Cedeño.

En la película “The Shift” (El Cambio), del escritor espiritual Wayne Dyer, la voz del narrador inicia diciendo: 

Tengo 44 años y lo que en el amanecer de mi vida fue búsqueda, a esta edad es encuentro. Lo que a mis 20 años fue frenesí, ahora es calma. Lo que a mis 25 era sexo alocado con extraños; ahora es suavidad y ternura al hacer el amor con mi pareja. Lo que a mis 30 fue agobio, estrés, miedo a no cumplir las expectativas; ahora es relajación, aceptación y disfrute.

Puedo lograr este estado de bienestar, gracias a que me alineé con mis propios ciclos naturales y los ciclos lunares. 

Siempre fui una niña precoz. A los 9 años me vino la menstruación por primera vez, y ahora me encuentro en la etapa previa a la menopausia, que significa el cese definitivo del ciclo reproductivo. Y si bien la etapa fértil del útero acaba, intuyo que el ciclo de mayor fertilidad creativa recién empieza. 

Noto que a mi alrededor hay más silencio, menos reclamos, o exigencias. Empieza el momento de profundizar, de volver a sentirme, ahora sin presiones. 

Lo único urgente es darme el tiempo para experimentar cómo mi cuerpo está procesando los cambios. Para sentirlo, tocarlo, escucharlo, sin juicios ni apuros. 

Un gran ciclo se termina. En promedio, la vida reproductiva de una mujer dura 35 años. Por eso, el cese definitivo de la menstruación no ocurre de un día para otro.

El climaterio es una transición que dura años y trae aparejados síntomas como sudoraciones, resequedad vaginal, mal humor, tristeza, melancolía, dolores en los huesos y demás.

Si estás atravesando esto, ayúdate con suplementos minerales y terapias. Pero, sobre todo, enfoca tu mente en que este puede ser el inicio del ciclo de mayor autoconocimiento, sabiduría y libertad que vivas. 

La conexión contigo misma ahora es posible, si has sabido respetar tus procesos y poner límites a lo externo. Ya nadie ocupa tu lugar. Tú vuelves a ser el centro de tu vida, así como lo eras antes de la menstruación. La gran diferencia es que ahora te vales por ti misma, eres sabia y consciente. 

Una manera muy sencilla y práctica de vivir el climaterio y la menopausia con plenitud es conectándote con los ciclos de la Luna. 

Desde siempre, el ciclo femenino ha estado conectado al ciclo de la Luna. El ciclo dura 28 días, y está dividido en cuatro fases de 7 días. En Astrología, la Luna simboliza nuestro mundo emocional y la manera en que nos relacionamos afectivamente.

Por eso, cuando hablamos de fases de la Luna, nos referimos a facetas o ciclos emocionales con los que tenemos que sintonizarnos para ir a favor de la energía. 

Una vez llegas a la menopausia, ya no te rige la sangre. ¡Se acabaron los cólicos! ¡Se acabaron los síndromes premenstruales! ¡Se acaba el riesgo de embarazo! Y estas son grandes noticias para las mujeres que saben acoger con agradecimiento sus propios ciclos. 

La Luna Nueva da inicio al ciclo. Es momento de sintonizarte con la anciana sabia que habita en ti. Lee, escribe, medita, haz ejercicios suaves como Qi Gong para que la energía vital circule en calma.

Empieza un diario de sueños o escribe tus intenciones para el mes. Siembra una plantita. Es importante que inicies algo. 

Siete días más tarde, la Luna está Creciente. Sintonízate con la guerrera valiente que habita en ti. Son días para promocionar lo que haces, salir, socializar y vivir una sexualidad activa. Si quieres que tu cabello crezca, esta es la semana para cortarlo. Se recomiendan ejercicios más fuertes, caminatas rápidas, bicicleta, o gimnasio. Es importante que alimentes lo que hayas sembrado, que trabajes con disciplina y constancia.   

Siete días después, es Luna Llena. Es cuando vives la fase de la madre. Materna a los demás, sean tus hijos, tu pareja, tus amigos, incluso tus padres. Estás más receptiva a lo que les pasa, más empática, amorosa y consentidora. Se recomiendan ejercicios de Yoga o Chi-Kung que generen expansión del chakra corazón. 

Finalmente, la Luna entrará en fase Menguante. Es la semana de la chamana. Son días para recuperar tu energía y descansar, para dar paseos en la naturaleza, hacer decretos y rituales, limpiezas, sahumar, hacer terapia, practicar sexo tántrico, volverte la sacerdotisa de tu vida. Se recomiendan ejercicios que activen la energía del sacro, como el Yoga Kundalini. 

Lo que tienes que hacer es alinear tu enfoque mental con la fase lunar. Simplemente mira a la Luna, o búscate un calendario lunar y sintonízate con los movimientos y sus ciclos. La práctica de este conocimiento milenario te hará una maestra de tu mundo emocional.