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Revancha Ya, el resurgimiento de los chick flicks

Ilustración: Manuel Cabrera.

La última producción de Netflix podría ser el regreso de los tan aclamados y queridos chick flicks que predominaron en los años 90 y 2000. Revancha Ya, es un filme que toma el género y lo combina con todo lo mejor de los cliques de chicas como Mean Girls, Heathers, Clueless y Grease.

El género chick flick es el término que se usa para definir a películas que hablan principalmente de mujeres, sobre romance, moda, aunque principalmente se centra en el amor.

También dentro del género hay producciones con temas como amistad y relaciones de padres e hijos. Las películas de este género solían lanzarse en los días próximos a San Valentín. 

Clueless. Fotografía: Getty.

Aunque el término chick flick no se usó hasta los años 90s, antes se lo llamaba solo películas para mujeres. De hecho, han surgido comentarios en contra del término porque encasilla a muchos géneros en uno solo, por el simple hecho de ser películas para féminas. 

Varias expertas han asegurado que el encasillamiento del género solo ocasionará más estereotipos para las mujeres. También que muchos han sido usados últimamente para generar microagresiones. 

¿Por qué son importantes?

Los chick flicks son muy importantes, pese a ello existen prejuicios detrás de este género cinematográfico que han surgido desde el machismo, que rechaza y las señala como películas superficiales y malas, solo porque hablan de temas de mujeres.

Heathers. Fotografía: Getty.

Además, las mujeres son protagonistas en estas cintas, cuyas tramas están ligadas a la feminidad y lo que quiere o está pasando una mujer en diferentes etapas de su vida. 

En los años 30 no existía la autonomía de las mujeres. Es en los 60s donde comienzan a surgir las películas con protagonistas que cuentan una experiencia y problemas cotidianos que no se habían topado antes.

Breakfast at Tiffany’s y Roman Holiday, son un ejemplo de películas que ya plasmaban las experiencias de mujeres en el mundo. 

Audrey Hepburn en Breakfast at Tiffany’s. Fotografía: Getty.

En los 80s ya existe este término y comienzan a salir películas como Pretty in Pink, producciones escritas por John Hughes, el cual dio forma al género y lo prolongó hasta los 90s.

Breakfast Club. Fotografía: Getty.

Sin embargo, en los 90s, el género tuvo grandes producciones como Heathers y Jawbreaker, que tenía inmerso el tema de los cliques y de un thriller mezclado con chicas de secundaria. 

Clueless, una película basada en la novela de Jane Austen; Emma, una de las mejores adaptaciones y, sobre todo, una chick flick que arrasó en los 90s y que su vestuario ha sabido mantenerse en la moda y ser versionado y referenciado múltiples veces. 

Ya en los 2000s salieron más películas dedicadas a las mujeres, pero esta sería una época dorada para el género, con producciones como Mean Girls, Legalmente Rubia, El diario de la Princesa, Si tuviera 30, El diablo viste a la moda, Lady Bird, Braidsmaid, El diario de Bridget Jones, 10 cosas que odio de ti, entre otras.

Chick Flicks de los 2000s. Fotografías: Getty.

Este género es sumamente importante porque visibiliza a las mujeres y sus experiencias en el mundo como tal.

Siempre se han contado historias sobre las experiencias masculinas y los chick flicks son para las mujeres, porque las hacen sentir comprendidas y abrazadas por un género

La demonización del género ha hecho que estas películas sean ignoradas por premios, pero las dick flicks (películas para hombres) han sido galardonadas como los casos de Goodfellas, El padrino, Pulp Fiction y Rocky

GoodFellas. Fotografía: Getty.

Tan solo en el 2017, Lady Bird fue nominada a los premios Oscar por mejor película, guion y actuación para Saoirse Ronan

Saoirse Ronan en Lady Bird. Fotografía: Getty.

El ocaso de las chick flicks

Así como los 2000s fueron la época dorada, últimamente han salido chick flicks muy cuestionables y su calidad ha decaído, tratando al género con un montón de estereotipos dañinos para las mujeres. 

Sierra Burgess es una loser. Fotografía: Netflix.

Producciones como El stand de los besos, Sierra Burgess es una loser, After o Tall Girl decepcionaron, ya que abordaron los temas de manera incorrecta; más parece una fórmula para crear contenido rápido sin fondo, porque no entiende a las generaciones Z y millennials

The kissing booth. Fotografía Netflix.

Netflix ha intentado resucitar el género, pero sin mucho éxito porque lo han sacado rápido y sin un equipo de escritores que tengan algo importante que decir. De igual manera lo han hecho otras productoras con filmes como Look Both Ways, Ticket to paradise y Marry Me. 

Marry Me. Fotografía: Instagram.

La falta de contenido para mujeres ha hecho que haya un vacío, que la generación millennial y Z buscan llenar, porque los chick flick son las películas con las que crecieron y, al no existir, ha generado nostalgia en los filmes de los 2000. 

Un género que fue tomado a la ligera en los últimos años podría tener un regreso significativo con Do Revenge, la última película de Netflix sobre adolescentes, basada en los famosos cliques de chicas de secundaria.  

El resurgimiento con Revancha ya 

Revancha ya logra de manera exitosa abordar los temas y referenciar a los clásicos del género del chick flick; sobre todo se nota que es una historia hecha por mujeres para mujeres.

Muchas de las cosas que se ven en la cinta solo una mujer podría darse cuenta y contarlas. La película está dirigida por Jennifer Kaytin Robinson y escrita por Celeste Ballard y Jennifer Kaytin Robinson.

Camila Mendes. Fotografía: Netflix.

La historia se basa en el film noir (cine negro) de Strangers on a train, Mean girls y Clueless y Heathers. Con Drea y Eleonor planeando venganza para cada una de las personas que han arruinado sus vidas en la escuela secundaria, pero la historia tiene un giro -no visto- que cambia totalmente las cosas en el último acto de la película. 

Films referenciados en Revancha ya. Fotografías: Netflix y Getty.

Las actuaciones que más destacan son las de Camila Mendes y Austin Abrams

Camila Mendes es increíble en su actuación de Drea y su personaje da las mismas vibras que muchas icónicas mean girls de películas, como Regina George y Courtney de Jawbreaker. Ella tiene el don para la comedia sarcástica y negra que ha sido desaprovechada en Riverdale.

Camila Mendes y Maya Hawke. Fotografía: Netflix.

Austin Abrams sigue sorprendiendo con su rango actoral desde Euphoria, Dash and Lilly y Do Revenge. Se nota por qué fue escogido para personificar al estereotipo del chico indie deconstruido que finge ser aliado de las mujeres. Pero, al final, es solo un hombre misógino más, así da vida a su personaje de Max. 

Austin Abrams. Fotografía: Netflix.

Max logra diferenciarse y adaptarse a la época de los villanos de las películas del pasado a la actualidad.

La sorpresa del filme es la actuación de Sarah Michelle Gellar, icono de los 2000, como la única adulta de la película en el rol de directora de la escuela. 

Sarah Michelle Gellar. Fotografía: Netflix.

La mayoría de chick flick se han caracterizado por tener un vestuario totalmente icónico y que habla a las masas de manera atemporal. 

Este es el caso del vestuario en esta producción, el cual fue creado por Alana Morshead, que busca no solo vestir a los personajes con tendencias que morirán en el próximo trimestre, sino que crea y da vida a figuras con un estilo marcado para cada una. 

Teniendo en cuenta que Do Revenge se basa en el vestuario de Clueless, ahí es donde se muestra lo atemporal que puede ser una falda escocesa en colores pasteles, basada en los uniformes escolares surcoreanos. 

Los colores que usa Drea son similares a las tonalidades de las joyas, para mostrar su lado malo y heroico al mismo tiempo. 

Camila Mendes en Revancha Ya. Fotografías: Netflix.

El concepto para Max también es espectacular y está basado en personajes como Harry Styles o Timothée Chalamet, con uñas pintadas que asemejan cómo quiere parecer un aliado de las mujeres cuando no lo es, y todo lo que hace es performativo. 

Austin Abrams como Max en Do Revenge. Fotografías: Netflix.

El filme es una expresión camp y fantasiosa de la adolescencia que no sigue una realidad absoluta o se toman demasiado en serio a ellos mismo. 

Films referenciados en Revancha ya. Fotografías: Netflix y Getty.

Son los errores que cometen a menudo estas producciones que suelen producir cringe en el público al que están dedicadas, pero Revancha Ya es esa fantasía en la historia y el vestuario provoca algo diferente en el espectador a diferencia de otras.