En 1937, la revista The New Yorker publicó una tira cómica creada por Charles Addams acerca de una familia de siniestros personajes. Durante cincuenta años las caricaturas de Addams, quien murió en 1988, vieron la luz en la revista, siendo The Addams Family su trabajo más reconocido, hasta el punto de que, en 1964, se transmitió el primer episodio de la serie televisiva que marcó el comienzo en las pantallas de la franquicia The Addams Family.
Durante 64 capítulos en formato blanco y negro, este programa (que en Hispanoamérica se conoció como Los locos Addams) parodió la vida familiar, las convenciones sociales y culturales de aquella época desde la perspectiva del humor negro, rasgo característico de las tiras cómicas del creador de estos personajes. Luego la fórmula se repitió en otras adaptaciones, unas con más éxito que otras.
Pese a ser una familia con costumbres extrañas y oscuras, los Addams se ganaron el corazón de la audiencia, por lo que en años venideros la industria cinematográfica se interesó en contar nuevas historias sobre el clan. En este artículo nos centraremos en el personaje de Merlina, en su evolución a través de diferentes adaptaciones y en cómo su más reciente adaptación le ha permitido a Tim Burton colocar a la siniestra familia en boca (y en las pantallas) de todos nuevamente, con la serie recién estrenada Wednesday (2022).
Tim Burton traía ganas de hacer algo con los Addams desde hace mucho tiempo y, de hecho, cuando surgió la idea de la película The Addams family se pensó en él para dirigirla, pero el director estaba ocupado con la realización de Batman Returns (1992), por lo que declinó la oferta. Sin embargo, la oportunidad llegó en 2022 con Wednesday, una serie de ocho episodios en la que se involucró como productor y director de varios capítulos, y que está disponible en Netflix.
Luego de haber generado gran expectativa, el estreno no pudo ser mejor. La serie ha acumulado la mayor cantidad de horas de transmisión en la plataforma, destronando a la consentida de todos Stranger Things. Retos virales, críticas dispares y muchos, muchos memes son algunas de las reacciones de los espectadores ante esta nueva tendencia gótica. La cuenta oficial de Wednesday Addams en Twitter anunció con entusiasmo este logro: “Aparentemente, todos ustedes vieron 341,2 millones de horas de mi programa en 1 semana, un récord de Netflix. ¿Te sangraron los ojos? Una chica puede soñar”.
Por otra parte, la crítica especializada ha emitido valoraciones disparejas sobre Wednesday, calificándola como una serie para adolescentes predecible, pero elogiando el vestuario, los escenarios y la actuación de quien encarna a Merlina, la actriz Jenna Ortega. Mientras algunos ven como un acierto incluir dosis más generosas de humor en la trama, otros extrañan la acidez de entregas anteriores.
Lo que sí podemos asegurar es que la serie no ha dejado indiferente a nadie.

Merlina: diferentes versiones de lo macabro
La actriz Lisa Loring interpretó a Merlina por primera vez en una serie televisiva, entre 1964 y 1966. Por aquel momento, el personaje tenía seis años, jugaba con su muñeca decapitada María Antonieta, recitaba poemas sobre su araña y pintaba árboles de los que colgaban cabezas. A pesar de lo mencionado, era la menos “oscura” de su familia.
Esta versión de Merlina se mimetizaba con su entorno (una casa con personalidad propia, muchas jaulas, animales disecados, sonidos que dialogaban con quienes la habitaban y sus visitantes) y, por separado, podría haber pasado por una niña pálida y vestida de negro, pero casi, casi “normal”. Su dosis de maldad se camuflaba en juegos y travesuras que a ratos generaban gracia y ternura. Lo cual abre una interrogante: ¿existe maldad en la infancia?
Christina Ricci tomaría la posta del personaje agregándole otros matices en las películas The Addams family (1991) y Addams family values (1993). En la caracterización de su papel, ya no quedan rastros de aquella niña que vimos reír y enseñarle a bailar a Largo en la serie de los sesenta. La violencia y el sadismo se exponen de manera explícita. Una muestra de esto es la escena en la que sin remordimiento alguno Merlina y su hermano Pericles intentan asesinar a su hermanito recién nacido tirándolo por la ventana y luego intentando decapitarlo.
A lo largo de estas películas dirigidas por Barry Sonnenfeld, el personaje entra en la pubertad y, con ello, nuevas facetas son reveladas. La tortura es una de ellas. En ambas entregas podemos ver cómo se romantiza el sadismo sin explicación alguna y de manera gratuita. Como si a fuerzas se quisiera enlazar al personaje con un tipo de violencia que tiene ya otro tinte (más siniestro y patológico). A su vez, la inexpresividad se apodera del rostro de Ricci, dando paso al pesimismo que acentúa esa aura lúgubre que la rodea.
Esta versión de la única hija mujer de los Addams es sádica, misteriosa, pero sigue formando parte de una parodia, y se convirtió en un ícono de lo gótico en la cultura popular. No debemos olvidar que durante la década de los noventa la violencia y los temas “crudos” estaban a la orden del día. Los jóvenes de la época crecieron con grupos musicales que cantaban letras explícitas y llenas de rabia como Nirvana, Limp Bizkit y Korn, con animaciones expresionistas, cínicas y feístas como Daria, Beavis and Butt-head y Ren and Stimpy, y con películas de cine slasher, o en las que algún psicópata mata a adolescentes, tales como Scream (1996) y Sé lo que hicieron el verano pasado (1997).
Estos productos culturales —y muchos más— eran indicadores de una sensibilidad desprejuiciada ante los impulsos agresivos que, de algún modo, son intrínsecos a la mayoría de seres humanos. La Merlina de los años noventa encarnó y dio rostro, en buena medida, a esa violencia reprimida, disimulada.
Pero el personaje interpretado por Jenna Ortega caracteriza a una Merlina de 16 años, algo más madura, independiente y empoderada que la versión de Ricci. Lo primero que se nos sugiere es que ser “el bicho raro” entre los raros es un camino solitario y que la joven, quien ahora es escritora e investigadora (al estilo del personaje creado por Edgar Allan Poe, Auguste Dupin, en “Los crímenes de la calle Morgue”, pero con poderes sobrenaturales), ve esto como algo necesario para el seguir en la senda que ha elegido.
Otro de los aspectos a resaltar es que nos encontramos con un ser emocional y atormentado. De hecho, el espectador tiene que soportar varias rabietas de adolescente, impulsadas por la necesidad de distanciarse de sus padres (en especial de su madre).
“Desde el tiempo de mi infancia no he sido / como otros eran, no he visto / como otros veían”, diría Poe en su poema “Solo”, texto que podría ayudarnos a entender de mejor manera el personaje de Merlina en Wednesday.
En el caso de esta serie, la violencia es mucho más disimulada y, pese a ser sugerida o no explícita, el guion busca enfrentar al personaje con otras problemáticas como la gestión de la soledad, el aislamiento e incluso el uso desmedido de las redes sociales. La importancia de sostenerse en una red basada en la confianza y la amistad también es un tema presente en la trama.

Aunque han existido otras representaciones de Wednesday durante las tres décadas que separan al personaje de Ricci con el de Ortega, en el imaginario colectivo es la actuación de la primera la que se ha mantenido vigente, siendo el punto de partida para otras caracterizaciones, disfraces en convenciones, videojuegos y demás apariciones dentro de la cultura popular. Sin embargo, eso podría empezar a cambiar.
Tim Burton: la influencia de Edgar Allan Poe y otras pistas literarias en la serie
El director de cine, productor, escritor y dibujante estadounidense Tim Burton creció con la influencia de la familia Addams y, según sus propias palabras, Merlina era su personaje favorito por ser una “excluida entre los excluidos”, situación con la que un chico como él parece que se identificaba.
En Wednesday, el director lleva la exclusión mucho más lejos, sacando al personaje de la mansión de la familia (que siempre jugó un papel importantísimo dentro de la franquicia) para llevarla a su propio sueño gótico: la Academia Nevermore. Dicha institución recibe a estudiantes con capacidades y características diferentes (hombres lobo, sirenas, personajes capaces de usar la telequinesis, entre otros) y es donde fundamentalmente se desarrolla la historia. Aun así, la diferencia entre Merlina y el resto de alumnos es bastante notoria: se podría decir que la Melina de Ortega y Tim Burton habla por su diferencia.
Por otra parte, la influencia de Poe a lo largo de toda la filmografía de Burton es casi obsesiva. Desde Vincent (1982), su primer corto, hasta su trabajo con Wednesday, podemos encontrar un sinnúmero de referencias a la literatura del mencionado autor. Con seguridad, uno de los puntos fuertes de Merlina es justamente la capacidad de su director de revivir con un encanto inigualable el universo del autor de Baltimore y acercarlo a nuevas generaciones.
Quizás el ejemplo más claro de lo dicho viene de la referencia al poema “The Raven (El Cuervo)”, el más famoso del escritor gótico estadounidense Edgar Allan Poe (y quizás uno de los más populares escritos en lengua inglesa), cuyo verso más recordado es Quoth the Raven “Nevermore”, de donde se toma esa última palabra que en español significa “nunca más”, para darle nombre a la ya mencionada academia.
Otro ejemplo a destacar es la manera en que la estatua de Edgar Allan Poe y Merlina interactúan en la serie. Mientras chasquea los dedos (gesto inseparable de la historia de los Addams) frente a la escultura, la estatua de Poe (que sostiene un libro y un cuervo) responde y se mueve para dar paso a una habitación secreta, enlazando hermosamente a ambos personajes.
Además de que una de las tradiciones más importantes de Nevermore es la Copa Poe, en la que los alumnos se dividen en grupos y deben cruzar un río en barcos hasta llegar a una isla y regresar con la bandera de la insignia del equipo. Todos los barcos tienen nombres de alguna historia del escritor: “Gato negro”, “El barril amontillado”, “El escarabajo de oro” y “El pozo y el péndulo”.

Aunque la influencia de Poe es la más notoria, en Wednesday también se sugieren otros autores a través de guiños o menciones directas. La referencia más clara se da en una escena inspirada en la novela Carrie, de Stephen King, cuando durante un baile escolar los asistentes son bañados en sangre. O la competencia imaginaria que Merlina mantiene con Mary Shelley por el título de “mejor escritora joven”, al recalcar que la autora ya había escrito Frankenstein a los 19 años.
Punto para Burton
Tim Burton logró dar un lugar destacado a un personaje que, sin haberlo planeado, llegó a ser de los más populares del universo Addams. Aunque, si hay algo que realmente diferencia a la serie Wednesday de otras adaptaciones que incluyen a la familia, es la manera en que el director logra recrear una atmósfera sobrenatural, con elementos mágicos y referencias al género fantástico. Aun con sus defectos y muchos clichés de películas para adolescentes (el baile escolar, la competencia deportiva), el cineasta captura varios rasgos clásicos de Merlina, pero situándola en un paisaje y ambientación llenos de detalles y símbolos que funcionan como acceso a una cosmovisión gótica mucho más amplia.
Asimismo, Burton supo captar bien el sentir y las necesidades de los espectadores de esta época, otorgando a los personajes escenas y estéticas que pueden ser replicadas con facilidad por los fans, en un momento de la historia en que las redes sociales tienen cada vez más protagonismo, y que son y seguirán siendo tendencia.
Las tres versiones de Merlina muestran, en definitiva, cómo el tiempo y la experiencia nos perfilan hacia lo que muchas queremos ser: una niña que disfruta del baile, una jovencita directa e independiente o una adolescente que habla por su diferencia.