El cine de Julia Ducournau: ‘Body horror’ sin tabúes ni prejuicios

alt=el body horro de Julia Ducournau
Ilustración: Manuel Cabrera.
El 'body horror' de la directora y guionista francesa, Julia Ducournau, acerca temas tabúes y romantizados: transición a la pubertad, maternidad, o identidad corporal. Su mundo extremo nos lleva a cuestionar y soltar la perfección alienante

¿Alguna vez has sentido que lo abyecto ingresa por tu piel, provocando una especie de terror del que no puedes librarte, porque lo tienes ante los ojos, en la gran pantalla del cine y no existe escape?

¿Alguna vez has sentido empatía por un cuerpo que se convierte en algo monstruoso o inhumano?

¿Alguna vez te ha sido imposible no “ponerte en la piel” de alguien más?

Justamente, esas son las sensaciones que provoca el cine de Julia Ducournau. Y de la manera más descarnada y cruel.

Sus filmes exploran el canibalismo, las transformaciones corporales llevadas al límite, los cuerpos en su mayor grado de excentricidad.

A través de ello, el mensaje es aceptar las peculiaridades físicas de cada uno de nosotros, que en ocasiones, son contrarias a las construcciones sociales.

También nos recuerda la presencia de cambios irreversibles, que escapan de nuestro control: la pubertad y la vejez, por ejemplo.

Ducournau, directora y guionista de cine, nacida en París en 1983, es una de las principales exponentes del body horror u horror corporal. Ella lo explica así:

Dejar de romantizar lo incómodo

Este subgénero cinematográfico, en el que Ducournau se ha convertido en un referente, altera y desafía la percepción que tenemos sobre nuestra identidad, dando paso a que las inseguridades más profundas, salgan a flote.

En efecto, a todos nos ha pasado que porque nos sale un grano, nos hicieron un mal corte de cabello, o por X cambio en nuestro físico, nos hemos visto tentados a cancelar planes o aislarnos por miedo a la burla o la aversión.

Pues el cine de horror corporal o biológico se empeña en confrontarnos con eso. Muchas veces sin lugar para sutilezas, desde lo aberrante, incómodo o desagradable.

El viaje al interior a través de la tranformación física

Los personajes de esta directora sufren, además, un viaje casi siempre doloroso, a través de la transformación de sus cuerpos.

Es decir, son obligados o se someten a vivir de una manera diferente: una especie de “renacimiento” que los lleva a la aceptación de su nueva forma, a la destrucción de su yo anterior. Así se pretende dar paso a un destino inevitable.

O a su vez, a una búsqueda, donde lo perseguido, es representado de manera visceral. 

Y esto provoca en el espectador, repulsión. Pero, al mismo tiempo, empatía.

En el cine de Ducournau , “monstruosidad” o “abyección”, no se manifiestan sólo como hechos visuales. Sino también como reflejos de una identidad convulsa, perpleja, marginal, excéntrica. 

Cartel de Titane, estrenada en el 2021. Esta película, dirigida por Julia Ducournau. fue ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes. La protagonista, Alexia, es una asesina en serie que mediante transformaciones logra “renacer” con una nueva identidad.

Según la filósofa Julia Kristeva, “lo abyecto se ubica entre sujeto y objeto. No es nada de ambos. Pues se le reconoce como una amenaza del yo”.

Este concepto es clave para entender el cine de la directora y guionista, Julia Ducournau.

Lo abyecto, además, no sólo posee una dimensión física, sino también social. Pues es aquello que rompe con una determinada estructura moral.

A partir de normas sociales, esta estructura va a determinar qué es lo correcto y lo bueno. “En ese sentido, lo abyecto será todo aquello que perturba un orden, un sistema, una identidad”, continúa Kristeva. 

La aceptación del “yo” y el trauma

En la película Titane, la protagonista, Alexia —encarnada por la actriz debutante Agathe Rouselle—, se enfrenta a varias trasformaciones, que comprometen la percepción de su identidad, de manera traumática a lo largo del filme.

Titane también aborda otro tema tabú: el embarazo no deseado y el rechazo a la idea de la maternidad, como un deseo inherente de todas las mujeres.

Respuesta de Ducournau cuando le preguntaron acerca del embarazo de la protagonista de Titane.

El flujo del personaje entre géneros (mujer/hombre), sin sentirse completamente cómodo, es otro tema clave en la película.

En Titane, las conductas sexuales binarias y los roles de género son derribados, subrayando la marginalidad a la que son sometidos ciertos grupos humanos que no encajan en el orden social construido. 

Ducournau muestra cómo, el personaje principal, llega a deformar su cuerpo para convertirse en un ser andrógino que busca tomar la identidad de Adrien, un chico que desapareció hace años y que aún es buscado por su padre. 

Ducournau, una directora premiada

¿Qué es lo que llama la atención de la crítica, al punto que Cannes premió las creaciones de Ducournau en dos ocasiones?

Sus cintas abordan con crudeza, temas en los que el público se puede sentir identificado: la transición de la niñez a la pubertad, el embarazo no deseado llevado a término, el canibalismo como herencia genética, o la vejez.

Se trata de cambios irreversibles, incontrolables, que generan miedos palpables en cualquier ser humano.

Mediante el terror y la creación de situaciones extremas, Ducournau nos enfrenta a la fragilidad que sentimos cuando perdemos el control de lo más cercano y propio: nuestro cuerpo.

También son expuestos temas como el abuso sexual, los estrictos estándares de belleza (a los que nos vemos sometidas las mujeres desde que somos pequeñas), la sexualidad no binaria, la maternidad o la menstruación. 

Bajo la mirada de Ducournau, un público cada vez más diverso, es atrapado por historias y conflictos universales y personajes retorcidos e imperfectos.

Ducournau, a través de sus filmes, nos permite realizar ejercicios de catarsis para adueñarnos de nuetra identidad corporal, nuestras vidas, nuestra esencia. Pero sobre todo, no sentir culpa ni miedo por ser quienes realmente somos.

El cine del Cine Esmeraldas
Comparte en tus redes sociales
Scroll al inicio