Desliz en la noche eterna
Me había divorciado hace tres meses. El matrimonio apenas duró año y medio. Los problemas eran de todo tipo. Él, con frecuencia, regresaba a casa al otro día, porque se emborrachaba con sus amigos. En otra ocasión vi polvo blanco en su nariz. Sus ojos estaban desorbitados, la mirada ausente. No le reclamé. La gota que …