El 10% de las personas en el planeta son zurdas y son discriminadas en una sociedad donde casi todo está diseñado para diestros.
Por eso, en el año 1976, el estadounidense Dean Campbell comenzó a celebrar el Día de los Zurdos.
Por aquellos años—y hasta la actualidad— la sociedad pensaba que las personas zurdas, y en especial los niños, debían ser forzados a usar la mano derecha para adaptarse a su entorno.
Ser zurdo no es solamente utilizar la mano izquierda de forma habitual.
La zurdera también significa mayor habilidad motora con el lado izquierdo y, además, distinto manejo perceptual del mundo y diferente integración emocional.
Una publicación de la Revista colombiana de psiquiatría destaca que “en todas las sociedades ha habido zurdos, pero todas han tenido la tendencia a ser diestras”.
Y añade: “numerosos estudios socioantropológicos han demostrado también que las culturas antiguas, incluso las extintas, eran diestras. Compartimos con los chimpancés la característica de ser los únicos mamíferos en tener una mano dominante”.
¿Hostilidad hacia los zurdos?
La sociedad reacciona de forma hostil ante todas las minorías. Y hacia los zurdos, no podía ser la excepción.
Las culturas occidentales asocian lo derecho con sagrado, “a la derecha de Dios padre”, por ejemplo . O con la justicia: el Derecho y los derechos humanos.
Esta misma cultura occidental prioriza un mundo para diestros: el uso de cubiertos, la escritura occidental de izquierda a derecha, los grifos de los lavamanos, las chapas de las puertas, la dirección de las puertas giratorias, los mandos y palancas de los vehículos, las ranuras para monedas, la cuerda de los relojes, los pupitres en los sitios de estudio, por ejemplo.
Por el contrario, la palabra izquierdo, se asocia con lo profano, lo malo, lo siniestro, el infortunio, la debilidad, el ser torpe (ser zurdo).
Por eso es necesario dedicar un día a la zurdera. Porque la sociedad necesita empatizar y mirar sin estigmas al diferente.