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Los abuelitos extraviados no son prioridad

Familiares de las personas de tercera edad desaparecidas exigen que se agiliten las investigaciones. Fotografía: Cortesía.

 Dos mil 134 adultos mayores fueron reportados como desaparecidos entre 2014 y 2019, según datos de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased).

Esta cifra nacional representa un promedio de 356 adultos mayores extraviados por año. Ese es un indicador de los abuelitos desaparecidos en Ecuador.

Si bien los números son alarmantes, las estadísticas de la Fiscalía General del Estado son distintos a los de la Dinased.

Desde 2019 a octubre de 2021, se reportaron 858 denuncias por desaparición en personas de 65 años en adelante, de las cuales 746 han sido localizadas.

Expertos en Geriatría aseguran que, muchas veces, los adultos mayores localizados, estaban en hospicios o casas de hogar. Fotografía: Cortesía.

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Lidia Rueda, presidenta de la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas (Asfadec), indica que un buen número de localizados no necesariamente apareció por gestión de las autoridades como la Fiscalía o la Dinased.

La localización de los familiares muchas veces ocurre por gestión de sus seres queridos que se valen de redes sociales, corren la voz con amigos y conocidos. O incluso, por personas desconocidas que han ayudado a dar con el familiar perdido.

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Las normas no se cumplen

El artículo 36 de la Constitución define a las personas de la tercera edad (mayores de 65 años) como un grupo humano prioritario.

El adulto mayor “recibirá atención prioritaria y especializada en los ámbitos público y privado, en especial en los campos de inclusión social y económica, y protección contra la violencia”, según la Carta Magna.

No obstante, la norma queda en el papel, reiteran los parientes de las víctimas desaparecidas.

Los familiares narran de que los agentes a cargo, no priorizan a las personas de la tercera edad, sino adolescentes y menores de edad “porque son propensas a tráfico de órganos o de redes de trata (de prostitución, de explotación laboral, etcétera)”.

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