En torno a la vestimenta de Elvis Presley han surgido varias modas. Por eso fue considerado, y lo sigue siendo, un ícono de la cultura pop y de masas.
En su época, su manera de vestir era vista como la de un pandillero, por lo que fue cuestionado. Sobre todo, debido a los estrictos estándares masculinos que existían en los años cincuenta del siglo pasado.
Por este estilo disruptivo a Presley se lo considera como pionero del estilo sin género.
También puso de moda el uso de colores en los trajes de sastre, dejando atrás los tonos oscuros que eran normativos para la época; usaba colores brillantes como el rosa y el amarillo.

Más adelante fue evolucionando, lo que dio lugar a uno de los looks más excéntricos, recordados e imitados, el jumpsuit de cuello estilo Napoleón y cubierto de cristales, diseñado por Bill Belew.
Estilos del rey del rock, como el rocker fueron de gran influencia para los Beatles, quienes tuvieron un look similar al de Elvis antes de que Brian Epstein, su manager, innovara su imagen.

Con Elvis nace un nuevo segmento de mercado: los jóvenes y los adolescentes
Elvis provocó este fenómeno a través de su música y la forma en la que la interpretó. Además contribuyó a la consolidación del adolescente como un nuevo sector del mercado, el cual no había sido todavía considerado y menos explotado.
El rey comenzó a vender su merchandise. Su target eran los jóvenes, por lo que un nuevo segmento de mercado en el entretenimiento nacía. Todos los jóvenes anhelaban ser como él, lucir, peinarse y vestirse como él. Todas las chicas querían “ser de Elvis”.

Las compañías que estaban acostumbradas a producir lo mismo para grandes y chicos, tuvieron que cambiar y adaptarse porque los jóvenes comenzaron a vestir con un estilo diferente al de sus padres o figuras de autoridad.
Desde entonces se comenzó a crear música específica para este segmento. Por su parte, los fabricantes se dieron cuenta de que su nuevo mercado, joven y diferenciado, compraría cualquier cosa con la imagen de su estrella favorita.