El 9 de agosto de 2019, Teresa Albiño contó a su madre que recibió una llamada en donde le ofrecieron trabajo como auxiliar de una boutique, en el barrio San Cristóbal, ubicado en el sur de la capital.
Según la joven, por el cargo le pagarían 500 dólares (en ese año, el Salario Básico Unificado era de 394 dólares), propuesta que le llamó la atención porque podía ayudar al pago del tratamiento de su hijo.
Le indicaron que el puesto era suyo, siempre y cuando llegara ese día, ya que necesitaban personal para la mañana siguiente, que era 10 de Agosto y se recordaba el Primer Grito de Independencia de Ecuador.
Teresa encargó al niño con su madre. Se vistió con un pantalón gris, blusa blanca, chompa negra, zapatos rosados y llevaba una maleta negra. Madre e hija salieron a la parada del bus.
Julia no esperó hasta que su hija se subió al colectivo que le llevaría a Quito. Esa fue la última ocasión que la vio. El caso se encuentra en investigación.
La Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas (Asfadec) alerta de que la mayoría de estos casos registrados por la organización, corresponde a mujeres.