Christian Guerra ha dedicado 15 años a la vida circense. “Ha sido un viaje maravilloso”, refiere.
Muchas son las experiencias que tiene para contar. Pero la que más le desilusionó fue haber participado en el Circo Social con el programa gubernamental “Sonríe Ecuador”.
Dicho programa estaba a cargo de la Vicepresidencia de la República, bajo la coordinación del artista Julio Bueno y el padrinazgo del Cirque du Soleil de Canadá.
La propuesta consistía en rescatar a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Los organizadores ofrecieron a Christian y a otros 20 jóvenes convertirse en formadores de formadores, pero nada de eso ocurrió.

Las irregularidades
El plan tenía previsto inaugurar circos en cuatro ciudades del país. Sin embargo, la Contraloría General del Estado auditó el proyecto y detectó varias irregularidades.
Entre estas destaca que la Vicepresidencia contrató la producción de un programa de televisión sobre el circo; el producto fue entregado, pero nunca se difundió.
Otra irregularidad se encontró desde el Municipio de Quito.
El cabildo devolvió al Gobierno 500 mil dólares, pero aún faltan por justificar por lo menos un millón 300 mil.
Christian presenció los tropiezos del Plan Circo Social. Los coordinadores omitieron muchos detalles durante los espectáculos.
Durante la inauguración de uno de estos circos en Cuenca, los artistas notaron que la carpa estaba mal ensamblada y aunque alertaron de la situación, no les hicieron caso.
“Durante la presentación del espectáculo, una fuerte lluvia rompió la carpa y cayó el agua en los pies al vicepresidente (Lenín Moreno)”, recuerda el artista.
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En Loja también hubo tropiezos. El toldo de lona fue tan deficiente que un ventarrón tiró la estructura.
Al final, el espectáculo se presentó en el Coliseo Ciudad de Loja, sin que se haya empleado la estructura circense propuesta por el programa. “Y ahí se quedó la carpa, en ruinas”, asegura Christian.