Un día como hoy (15 de agosto) de 1907 nace en Cartagena, España, Carmen Conde Avellán, poeta, dramaturga, ensayista, prosista y maestra, quien años más tarde se convertiría en la primera mujer en ocupar un sillón en la Real Academia Española.
En el libro Empezando la vida cuenta los recuerdos de parte de su niñez en Melilla.
En 1923 empezó a trabajar como auxiliar de la Sala de Delineación de la Sociedad Española de Construcción Naval.
Mientras que a los 19 años comenzó a estudiar magisterio en la Escuela Normal de Maestras de Murcia.
En 1927 conoció al poeta Antonio Oliver Belmás y empezó a publicar poesía. Cuatro años después se casó con él y juntos crearon la primera Universidad Popular de Cartagena, según una publicación del portal escritores.org.
Dos años más tarde publica su primer libro de poemas titulado Brocal, “en el que su prosa rítmica y brillante hace navegar por el horizonte”, publica la Real Academia de la Historia.
Publicaciones
En 1933, ambos fundaron la revista Presencia, órgano de la Universidad Popular de Cartagena. A partir de este momento Carmen Conde sería una incansable maestra, agitadora cultural y poeta a lo largo de toda su vida.
Un año después publicó Júbilos, prologado por Gabriela Mistral e ilustrado por Norah Borges.
Cultiva la amistad de escritores, algunos ya consagrados, como Azorín, Juan Ramón, Gabriel Miró y otros más jóvenes como Miguel Hernández, María Cegarra, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Leopoldo de Luis, Buero Vallejo, Castillo Puche, José Ballester, Antonio Crespo Pérez y otros.
“La poesía es el sentimiento que le sobra al corazón y te sale por la mano”.
Carmen Conde Avellán
Al estallar la Guerra Civil tiene 29 años, vive en Murcia y colabora en el periódico Nuestra Lucha y en la emisora Radio Murcia. A finales de 1937, inicia en la Universidad de Valencia los estudios de Literatura. Tiene como profesor a Dámaso Alonso.
Siempre declaró que su gran compromiso en la vida no era con la política sino con la educación y la cultura.
El sillón K
En 1978, es elegida académica de número de la Real Academia Española ocupando el sillón K. Su discurso de entrada se tituló Poesía ante el tiempo y la inmortalidad.
Aparece también en 1978 su libro de poemas El tiempo es un río lentísimo de fuego, al que siguen las novelas Creció espesa la hierba y Soy la madre. En 1985 publicó Canciones de nana y desvelo.
“Con gestos vas gastando la noche de tu cuerpo, y ya te trasparentó; soy tú para la vida. No se acaban tus ojos; son los otros los ciegos. No te juntan a mí; nadie sabe que es tuya esta mortal ausencia que se duerme en mi boca cuando clama la voz en desiertos de llanto”.
Carmen Conde Avellán
Más tarde viajó a Sudamérica, donde pronunció diversas conferencias y se reencontró con antiguas amistades: Norah Borges, Dulce María Loynaz, Octavio Paz y el que fuera alumno de Antonio Oliver, Mario Vargas Llosa.

Sus días transcurrieron entre Navacerrada y Madrid con breves desplazamientos a Murcia, Cartagena y el Mar Menor, recibiendo homenajes institucionales y populares.
Espectáculo en su honor
En 1986, Antonio Morales creó un espectáculo titulado El mundo de Carmen Conde, con textos de la autora que -bajo su dirección e interpretado por Carmen Bernardos- se estrenó en el Teatro Circo de Cartagena.
Su salud fue declinando poco a poco y murió en Madrid en enero de 1996.