Bad Bunny suelto en Ecuador

Bad Bunny Ecuador
El 16 de noviembre se presentó el "Conejo Malo" en Ecuador en uno de los conciertos más esperados. Fotografía: FilmMagic
El clímax del concierto llegó cuando Bad Bunny se subió a una palmera y empezó a cantar mientras sobrevolaba el Estadio Olímpico Atahualpa.

La primera vez que escuché a Bad Bunny fue en el transporte público de Múnich con mi primo, quien me compartía un audífono y reproducía “Un peso” del álbum Oasis (de eso ya hace mucho).  

Él me daba un sinfín de razones por las que debía prestarle atención al cantante; desde entonces voy acompañado siempre por la música de Benito Antonio Martínez Ocasio. Ya sean viajes de cinco horas o reuniones nocturnas; disfruto de toda la discografía del «Conejo Malo».

Y no es para menos considerando la sobresaliente trayectoria que Bad Bunny ha tenido como artista. En seis años, desde que se unió a la discográfica puertorriqueña “Hear this music”, se convirtió en el mayor exponente a nivel mundial de trap y reguetón, géneros con los cuales sus temas lideran las listas de reproducción.

En medio de la lluvia y el frío, los fans de Bad Bunny disfrutaron de su concierto celebrado en el Estadio Olímpico Atahualpa. Fotografía: Daniel Tufiño.

Este progreso lo vemos también en nuestro país, ya que Bad Bunny planeaba presentarse en territorio ecuatoriano en el 2018, cuando anunció tres fechas de concierto en Quito, Guayaquil y Cuenca.

Y aunque los eventos fueron cancelados por problemas de logística desconocidos, no es ningún secreto que en aquel entonces la venta de entradas no llegaba a compararse con el sold out que logró esta vez durante el mismo día en que los boletos salieron a la venta.

Video: Daniel Tufiño

La crítica nunca ha faltado en la trayectoria musical de Benito Antonio, tanto así que el mundo musical y las redes sociales se llenaron de controversia cuando en el 2020 la ASCAP eligió a Bad Bunny como el compositor del año. Esto principalmente porque algunas de las letras de sus canciones presentan un lenguaje soez y declaraciones sobre una vida de libertinaje. 

La razón por la que el portorriqueño tiene el éxito que vemos hoy son las audiencias jóvenes, que se sienten atraídas por esta lírica sin filtros con la que se presenta de manera explícita y directa.

Ejemplo, el álbum que lanzó en el 2020 YHLQMDLG, siglas que hacen referencia a “Yo hago lo que me da la gana”.

Horas antes del concierto de Bad Bunny, quien interpretó más de cuarenta canciones durante su presentación. Fotografía: Daniel Tufiño.

Bad Bunny, suelto en Ecuador

Para finalizar, el estadio olímpico Atahualpa  fue la sede donde el cantautor entregó a todos sus fans una experiencia que describiré como “alucinante”. 

Las puertas se abrieron cerca de las cuatro de la tarde, lo que permitió ingresar con calma y orden para esperar cómodamente en nuestros respectivos asientos numerado. 

El concierto empezó cerca de las nueve y cuarto de la noche, sin que ningún artista precediera la aparición del «Conejo». 

El cantautor nos entregó con pasión más de cuarenta canciones, casi sin pausa, hasta darle un cierre satisfactoriamente rítmico que puso a todos a bailar cuando interpretó la canción “Después de la playa”, cerca de las once y media.

Sin duda, el clímax del concierto llegó cuando Bad Bunny se subió a una palmera y empezó a cantar mientras sobrevolaba el Estadio Olímpico Atahualpa, dándonos a cada uno de sus fans la cercanía y familiaridad que todos buscábamos. 

Era justo. Desde febrero de este año hicimos filas interminables para  comprar las entradas para este concierto, el evento del año.

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