Todos hemos sentido o sentimos miedo. Es una emoción tan básica como lo son las necesidades físicas de hambre y sed. El miedo está incorporado en nuestro ADN. Hemos sido psicológicamente programados para sentir miedo.
El miedo te estanca, no te deja avanzar, te paraliza. Es una energía densa de vibración muy baja. Cuando tienes miedo, evitas y te escondes de la vida.
Eso no es lo raro. Mira a tu alrededor y verás que la mayoría de las personas tiene miedo o siente inseguridad, que es lo mismo.
El miedo, si no se trabaja, domina.
La mayoría de personas tiene miedo a la soledad, pero a la vez vive en aislamiento.
Tiene miedo de la pobreza, pero se aferra a creencias limitantes.
Quiere amar, pero teme hablar con extraños.
Quiere ser escuchado, pero tiene miedo de pensar por sí mismo.
Quiere ser libre, pero tiene miedo de dejar a parejas tóxicas.
Todos parecen tener un síndrome de miedo colectivo que se manifiesta de múltiples maneras.
Lo raro es sentir lo opuesto. Lo raro es ver a una persona que vibra en amor, fluidez, armonía, altruismo, y servicio.
Gracias a que la humanidad está viviendo un despertar espiritual, estas personas se ven de manera más frecuente.
Son quienes dijeron ¡basta! al miedo y cambiaron su manera de pensar y actuar. Se muestran confiados, seguros, son serviciales, amorosos, amables, inteligentes emocionales, asertivos, resilientes, agradecidos, generosos.
Lo opuesto al miedo no es el odio, sino el amor. El odio es una derivación del miedo, una consecuencia o efecto. Por lo tanto jamás puede ocupar una frecuencia contraria. El odio es el hijo predilecto del miedo.
¿A qué le temes tanto? ¿Qué está limitando o bloqueando la expresión completa de tu potencial? ¿Qué pensamientos y creencias en tu mente están alimentando el miedo?
Y lo más importante ¿cómo hacer para trascender esos miedos y pasar a vibrar en amor?
Vamos a recurrir a los signos solares para contestar estas preguntas, ya que cada arquetipo solar contiene información psicológica que te ayuda a autoconocerte.
Aries. Miedo a fracasar en el trabajo y la relación de pareja

Si observas tu camino, verás que ya has atravesado por muchos fracasos, tanto en el ámbito laboral o de montar empresas y emprendimientos, como en el ámbito de las relaciones afectivas.
Tú puedes pensar que son más fracasos que los de la gente común. Sin embargo, detrás de cada evento que juzgas como fracaso está tu espíritu emprendedor iniciando algo nuevo.
Para el espíritu, no existen los fracasos, sino los aprendizajes que generan sabiduría. Al final, quien más fracasa, más sabio se vuelve.
Te encanta la adrenalina de empezar de cero. Las primeras conversaciones y encuentros en una relación de pareja son tus preferidos.
Podrías vivir en esa luna de miel donde todavía no se revelan los aspectos ásperos de la otra persona. Por eso, sueles tener más parejas que otros signos.
Sabes iniciar, pero te cuesta sostener en el día a día la atención.
Para trascender este miedo tienes que comprender que tú no eres como el resto. Tienes que parar de compararte. Necesitas confiar en el proceso, en la vida. Y tienes que incorparar algo que, para ti, no es tan sencillo: la idea de que no estás solo o sola.
Hay alguien junto a ti, siempre. No juzgues esas compañías, no las cuestiones, simplemente, relájate en la idea de que no estás solo.
La vida te cuida, te quiere bendecir, y para hacerlo tienes que confiar en el otro, sea quien sea que la vida manifieste.
En esta etapa, enfócate en ponerte al servicio del otro, ya sea tu pareja o una persona en la calle a quien ves en apuros. Deja de mirarte el ombligo y actúa en favor del otro.
La vida te lo recompensará de muchas formas, y el miedo al fracaso simplemente dejará de existir.
Tauro. Miedo a la inseguridad y a la carencia

Tus miedos son básicos: tienes miedo a perder tu soporte material, a no tener comida, no tener casa, o a que alguien atente contra tu vida.
Temes mucho a la inseguridad. Te sientes inseguro, sobre todo, cuando no tienes dinero, bienes, un sueldo, o algo material a qué aferrarte.
Eres proclive a ser acumulador, porque encuentras el sustento que crees que te falta, en las cosas. Puedes también tender a ser sendentario, y a comer demasiado (acumulación de energías).
¿Cómo puedes trascender estos miedos?
Primero, atiende a tu cuerpo físico. Dale la calidad de alimentos que necesita y merece. No comas por llenarte, sino por nutrirte. Deja de intoxicar tu cuerpo con azúcares y otros venenos.
Segundo: deja de buscar la seguridad afuera, tienes que encontrar dentro de ti algo a qué aferrarte. Pueden ser tus talentos creativos. Recuerda que eres hijo de la diosa Venus, y que esta madre te protege y te bendice siempre.
Ella es la fuente de la belleza, del deleite, del amor, de la abundancia. No le pidas a ella nada. Simplemente, vuélvete consciente de que tú eres esta energía.
El dinero es energía, las cosas materiales están hechas de energía, por lo que volver a tu energía primordial hará el milagro de la prosperidad.
Es probable que este momento de tu vida te encuentre con los miedos manifestados. El miedo a no tener dinero se manifiesta en deudas.
El miedo a la inseguridad se manifiesta en robos, secuestros y cuantas cosas horribles tu mente engendre. Date cuenta de que la mente no te servirá para deshacer tus miedos. Y la razón es que fue la mente la que los creó.
Por lo tanto, es necesario que busques un sentido espiritual a lo que vives. ¿Qué te está enseñando la vida a través de estos miedos? ¿Es tu niño interior el que está atemorizado por alguna experiencia no resuelta?
Todo este desequilibrio tiene que ver con el primer chakra, por lo que te ayudará a superarlo hacer una sanación de ese centro energético, o alguna terapia que te permita liberarte de estos miedos, que son simples distorsiones del amor que eres.
Géminis. Miedo a que no te comprendan

La pesadilla geminiana es estar en una isla desierta.
No tener con quién hablar, a quién contarle las miles de historias y de opiniones que tienes sobre todos los temas. Porque no hay tema que tú no quieras pensar, tratar, exponer.
Hablas demasiado, querido Géminis y ese es tu problema. No es que los demás no te entiendan, es que tú mismo eres un enigma para ti.
Por eso, tienes miedo de no ser comprendido, de que tu opinión sea ignorada o tu mensaje se pierda en el vacío.
Te sientes incómodo en la soledad, porque eres muy sociable. Te centras sólo en el aspecto ególatra de la inteligencia y es necesario que vayas un poco más allá.
También, tienes miedo de quedarte solo. Te cuesta sostener una relación de pareja, porque eres muy curioso y te encanta coquetear.
No eres fácil de mantener interesado. Es importante que, si estás en pareja, empieces a escucharla.
Observa a Virgo, porque en el signo con el que compartes la regencia de Mercurio, encontrarás la clave para liberarte de tu miedo al aislamiento intelectual y social.
Virgo te enseña a dejar de hablar tanto, y empezar a escuchar a los demás. Trata de escuchar al otro, cuáles son sus intereses, sus necesidades y mira en qué puedes contribuir a su felicidad.
Tú no eres el centro del Universo, y mientras más intentes ser empático, generoso con tu tiempo y presencia, más podrás establecer conexiones verdaderas.
Deja a un lado la superficialidad, la tendencia a banalizarlo todo, a ser un escéptico empedernido que no cree en nada ni en nadie. Tienes que anclarte de alguna manera a la vida, a través de la confianza.
Cáncer. Miedo al abandono

Tus miedos tienen una raíz en tu infancia, sobre todo, en la relación con tu madre, con quien tienes una dinámica muy intensa, casi podríamos decir de dependencia emocional.
Tienes miedo a que tu madre se vaya, de quedarte desamparado, de que tu familia sea atacada. Has desarrollado un escudo protector muy fuerte en relación a tu familia.
Te gusta estar en casa, porque es el único lugar donde te sientes a salvo. Tienes miedo del mundo, de la interacción con los demás.
Esa relación con tu madre se traslada al ámbito de la pareja, donde sueles crear una dependencia, y tener conflictos relacionados con el miedo al abandono, al rechazo, a la no aceptación.
El problema suele ser que te persiguen estos temas no resueltos de la infancia.
Obsérvate cuando reaccionas de manera inconsciente y verás que no es tu ser adulto, sino tu niño el que se expresa haciendo berrinches, defendiéndose de supuestas agresiones o resintiéndose.
Tienes que sanar tu infancia, porque es la única manera de que te dejen de dominar los miedos.
También, es necesario que aprendas a ponerle palabras a lo que sientes. Llorar puede que sea tu única manera de expresarte cuando te sientes mal. Y así, los demás no te entienden, trata de decir de manera lógica lo que te pasa.
Sal de tu caparazón por ti mismo, porque no siempre alguien vendrá a rescatarte de esos estados de desequilibrio en los que caes.
Cuando estás así, tan voluble, te ofendes, te resientes por casi cualquier cosa. Tienes que aprender a ser más fuerte internamente, a no tomarte las palabras o actitudes de otros de manera personal.
Recuerda la ley del espejo: si alguien te critica y esa crítica te molesta, te irrita, hay algo de verdad en la crítica. Pero si esa crítica no te afecta, eso le pertenece al otro.
Leo. Miedo a la soledad

Realmente te sientes el centro del Universo, al menos de tu universo personal. Y es así, debido a que tu signo está regido por el Sol.
Y ¿qué sería del Sol si no tuviera a los planetas dando vueltas a su alrededor, y reconociéndolo como el centro?
De ahí que tu miedo sea no ser visto, no ser escuchado, no ser admirado y quedarte solo.
Tú estás diseñado para ser espectacular, ser creativo, para subirte a un escenario y brillar.
Le tienes tanto miedo a la soledad, que prefieres la compañía de alguien que te genera conflictos con tal de no estar solo. Te cuesta mantenerte en equilibrio en relación con el otro.
A veces, también, te pasas de generoso. Observa tu verdadera intención cuando das algo. Puede que entregues demasiado, regales cosas, o intentes ayudar a quien no te lo ha pedido, sólo para sentirte útil, para que te quieran o te agradezcan.
Para superar el miedo a la soledad, tienes que volverte tu mejor amigo, aliado y compañero de viaje.
Tienes que experimentar la soltería y la soledad, no como aislamiento, sino como autoconocimiento. Adentro, en tu amoroso corazón, está tu tesoro.
Cuida tu corazón. No te desgastes en darle perlas a los cerdos.
Elige mejor quién te acompaña. Disfruta de tu propia presencia y acepta invitaciones, sólo, cuando eres realmente apreciado.
Virgo. Miedo a no ser útil y a la enfermedad

Estamos entrando en tu mes, la temporada de Virgo inicia cuando el Sol entra en el signo, el 23 de agosto y se queda ahí durante 28 días.
Por lo tanto, todo este tiempo, todos los signos tendrán la energía de Virgo muy presente. Los temas virginianos por excelencia son el trabajo y la salud.
Virgo está regido por Mercurio, el planeta más cercano al Sol, lo que le otorga a Virgo una mente bastante rápida, acelerada, en la que fluyen pensamientos como ráfagas.
Este acelere mental se puede notar, sobre todo, en las noches, cuando Virgo se pone profundo y filosófico.
Pero también es el momento en que afloran con más rabia los mayores miedos de Virgo. Uno de los principales es sentirse que no es útil, que no sirve para nada.
La personalidad Virgo es humilde y servicial. Naciste para servir. Tú quieres darlo todo a cambio de ver que los demás están bien y, en el fondo, aunque no lo reconozcas, quieres que se te reconozca por tu servicio.
No te enfocas en ti mismo, sino en tu trabajo, en tu aporte.
No te gusta ser el centro de atención, no lo necesitas, por lo que eliges trabajos de coordinación, de apoyo, donde no necesites figurar demasiado, o trabajos intelectuales, como profesor, investigador o escritor. Lo que sí quieres, es que se te valore por lo que haces.
Otro de los miedos más fuertes de Virgo es a la enfermedad, tanto que muchos desarrollan trastornos como la fobia a los parásitos, gérmenes y a los virus o la hipocondría, que es la preocupación excesiva por la propia salud.
La manera de enfrentar estos miedos es conectarte más directamente con tu cuerpo físico, y dejar de hacerlo a través de la mente.
Atiende a tu cuerpo físico. Dale el alimento, minerales, vitaminas, descanso, y también ejercicio que requiere. Pero lo más importante es que aprendas a relajar la mente.
Tienes que aprender a meditar, a poner tu mente en blanco, a crear el silencio dentro de ti para puedas parar de pensar.
Todos tus problemas se resolverán cuando dejes de sobrepensar las cosas. Te hará bien seguir una disciplina de meditación y ejercicios que mezclen lo físico con lo energético, como el Chi-Kung.
Libra. Miedo al conflicto y las rupturas

Lo que más temes es lo que termina haciéndose realidad.
En tu caso, siempre tienes miedo a generar conflictos con quienes convives, pero es lo que más ocurre.
Ya sea porque actúas de manera pasivo-agresiva, porque dices las cosas de formas inapropiadas, o porque simplemente tu actitud es demasiado pasiva, y los demás abusan de ello.
Libra es el signo de la pareja, pero es probable que existan más Libras divorciados y solos que felices en pareja.
Esto se da porque Libra maneja una contradicción de base: quiere vivir en equilibrio en un mundo desequilibrado.
La contradicción ocurre porque quieres lograr ese equilibrio fuera de ti, en tu entorno, sin hacer cambios en tu interior.
Tus creencias, tus ideas fijas determinan tu realidad, no tus buenas intenciones. Eso que no les dices a los demás por no herirlos o por no causar conflicto tiene más peso psíquico y energético que lo que dices por quedar bien.
Deja de hacer o decir cosas por agradar y ser aceptado, porque, si lo sigues haciendo generas en los demás el efecto contrario al que deseas.
Tú quieres generar vínculos estables, equilibrados, pero lo que generas es falta de confianza, incredulidad, y que tu palabra pierda poder.
Tienes que decidirte, con firmeza, a descubrir quién eres, qué propósito estás cumpliendo, para qué encarnaste, y también a conocer, de manera profunda, el mundo en el que vives y al ser humano de forma integral.
Estudiar astrología, psicología trans-personal, biodescodificación, diseño humano, te ayudará a entender cómo funciona la psique. Pero lo primero es que empieces por decir lo que piensas, y a hacer lo que sientas. Porque sólo generando esta coherencia interior, lograrás trascender tus miedos.
Escorpio. Miedo que descubran sus secretos

Escorpio es misterioso, y siempre guarda secretos.
Nunca terminas de conocerlo, porque hay algo místico que jamás revela. Por eso, es el maestro del encubrimiento.
Él logra extraer lo oculto en los demás, pero nadie lograr ver, en lo profundo, qué esconde. En eso que esconde radica su poder. Es un poder semejante al de un búho, que se mueve solo en la oscuridad, en los lugares de la psique a los que los demás temen descender.
Por eso, el miedo mayor de un Escorpio es que alguien viole su secreto sistema de vigilancia, que alguien entre en su caverna interior donde él protege sus sentimientos más extremos, sus pensamientos más radicales, sus necesidades más instintivas, sus deseos más viscerales.
Por fuera, Escorpio logra mantener una imagen de neutralidad, distancia, desapego, pero, por dentro, vive en permanente explosión de lava ardiente.
Las aguas del Escorpio siempre están en ebullición. De ahí su desconfianza natural ante los demás.
No se entrega fácil, porque es mucho lo que el visitante deberá asimilar, y casi nadie está listo.
La manera de amar escorpiana no la podrán entender los más sencillos, y hará temer a los más conservadores. Por eso, Escorpio sólo da lo que el otro es capaz de soportar.
La manera de vencer el miedo a ser descubierto, primero, es descubrirse ante sí mismo.
La salvación de Escorpio es el autoconocimiento y la introspección. Exponer esa emocionalidad voraz, posesiva, controladora, por ejemplo, a través de la escritura.
Escribir para aceptar, escribir para transmitir lo que es capaz de sentir en la intimidad, en la soledad. Eso será liberador y le permitirá acceder a nuevos espacios ocultos dentro de la gran caverna.
Sagitario. Miedo al control

Sagitario no tiene miedo a casi nada, y sus miedos no son físicos, sino filosóficos.
Los sagitarios nacieron para correr riesgos y vivir con soltura, libertad, desprendimiento.
Sagitario es un potro salvaje y si estás interesado en alguien de este signo, es necesario que entiendas que la relación debe ser entendida desde la libertad, el espacio abierto, la confianza total.
A lo que Sagitario pudiera tenerle miedo es a la negatividad, al control, al encierro. Y si alguien intenta controlarlo, la reacción sagitariana será a lo grande, incluso desproporcionada.
Lo peor que le puedes hacer a un Sagitario es ser pesimista, bajarle sus planes, contradecir su apreciación optimista de la vida.
Algo que tampoco soportan los Sagitario es a la gente de miras estrechas, porque ellos lo ven todo a lo grande, de forma expansiva.
Para un Sagitario no hay sueño imposible. No hay camino difícil que no tenga una luz al final.
Les encanta viajar y aprender de nuevas culturas en sus viajes. Por eso, temen caer en la monotonía o el sedentarismo.
Temen a la implacable rutina destructora de sueños.
Incluso, pueden temerle a comprometerse demasiado con alguien, al grado de sentirse atados.
No quieren que una relación o un trabajo les coarte la libertad de irse cuando ellos necesiten hacerlo.
Por eso, son perfectos para unir parejas, pero, muchas veces, ellos permanecen solos o en parejas que les dan total libertad de movimiento. No les gustan los vínculos demasiado apretados. No aceptan limitaciones ni restricciones en sus vidas.
Capricornio. Miedo a no tener éxito. A no ser suficiente

Detrás de la apariencia distinguida, elegante, estoica de todo Capricornio, hay muchos miedos e inseguridades que sólo los más íntimos, aquellos poquísimos que se ganan su absoluta confianza, conocen.
A Capricornio le gusta la excelencia, las cosas bien hechas.
Nunca empieza algo, sino está seguro de que logrará hacerlo de manera excepcional, digno de admiración.
Capricornio, en Astrología, ocupa la Casa 10.
En esta casa estudiamos los temas relacionados al éxito, a la reputación, la profesión, el sentido de responsabilidad, el honor, la necesidad de contribuir y dejar huella, los logros, las metas alcanzadas.
Por eso, los miedos de Capricornio son: no llegar a la cima que, cual cabra montés, sube. Ningún Capricornio se queda mirando la cima desde abajo, sino que, dando pasos pequeños, seguros y precavidos, asciende.
Así actúa Capricornio en lo profesional, en los negocios, pero también en una relación de pareja, la cual también quiere que sea “exitosa” en todo sentido.
Capricornio quiere sentirse orgulloso de su elección de pareja, quiere admirar a la persona que lo acompaña.
La vía para trascender los miedos es ir a la infancia. Allí está el origen de que no te sientas suficiente.
Tal vez en la relación con tu padre o quien ejerció de autoridad en tu vida. Es necesario que desates esos nudos emocionales que te llevan a creer que no te mereces la vida con la que sueñas.
Es importante que sanes tu infancia y tu pasado, y que extraigas la sabiduría de cada supuesto fracaso que has tenido.
Cuando lo hagas, verás lo orgulloso que te puedes sentir de ti mismo, porque reconocerás que has logrado llegar a donde te encuentras ahora.
Tú has dado cada paso de tu ascensión, siguiendo tu propio ritmo. A veces, ese ritmo podría resultar lento y pesado.
Pero cuando observes tu vida en retrospectiva, verás que todo ocurrió en el momento perfecto.
Acuario. Miedo a perder su ser individual

Ser individual significa ser indivisible, ser de una pieza, ser uno mismo y no una copia.
Acuario representa al máximo sentido de individualidad, por lo tanto su mayor miedo tiene que ver con perderla.
Acuario hará de todo para construir y jamás perder esa manera de ser que lo caracteriza: única, innovadora, creativa, loca.
Él prefiere mil veces se llamado “loco” a parecerse a alguien más. Prefiere ser incomprendido a ser uno más en el rebaño.
Acuario no es oveja. Es un líder natural de su propia inventiva que lo lleva a recorrer caminos que nadie antes anduvo.
Acuario teme a que el compromiso le quite esa libertad de ser quien es. Otro de sus miedos es ser plato de segunda mesa, o ser cambiado por alguien a quien él considera inferior.
Pero tiene miedo también de confesar sus sentimientos. Tanto miedo tiene de ello, que muchos Acuarios se llevan lo que sienten a la tumba.
Detrás de esto está el miedo a sentirse demasiado vulnerables y a no ser comprendido.
Por eso, a veces, Acuario parece tener dos vidas: una de cara al público y otra muy diferente dentro de su mente.
A veces, esta doble vida se materializa a través de diferentes relaciones incompatibles. Acuario prefiere vivir el desequilibrio al estancamiento.
Hará lo que sea para no estancarse, para no anquilosarse en rutinas, obligaciones o responsabilidades.
Para superar sus miedos, Acuario requiere dejar de huir de la vida y aceptar las cosas tal como son, sin juzgarlas como buenas o malas.
Requiere de un baño de verdad interior, en el que se exprese a sí mismo sus verdaderos deseos, miedos e intenciones.
Este baño de verdad interior le permitirá volverse más coherente, confiable y estable para los demás. Pero sobre todo, para sí mismo.
Piscis. Miedo a quedarse fuera, a no ser parte

Uno de los mayores miedos de Piscis es quedarse solo toda la vida, por eso, es común ver a personas de este signo aguantando o siendo infelices junto a parejas que no los valoran, que les hacen daño, solo por no enfrentar ese miedo a quedarse solos.
La frase ícono de Piscis es: “Todos somos uno”. Piscis necesita saberse parte de un entorno, que lo ama y lo acepta tal como es, para ser feliz, ya que estando apartado, teniendo una vida solitaria, jamás podrá hacerlo.
Otro de los mayores miedos de Piscis es no ser aceptado, no agradar, por lo que hará de todo para recibir esa aprobación de los demás.
Incluso, hará cosas o adoptará posturas que van en contra de sus propios intereses. A Piscis le cuesta decir no, y poner límites.
Ve que, cuando lo hace, todos se alejan. Entonces, piensa que hay algo malo en su manera de ser.
Esto es un error. Lo que ocurre es que a Piscis le falta la habilidad de la discriminación. Piscis no sabe discriminar, ya que es como un enorme océano al que llegan ríos pequeños, peces de todo tipo, pero también mucha basura.
El gran océano a todos absorbe, a todo da la bienvenida. Igual, le pasa en las relaciones de pareja. Como tiene miedo de perder a la pareja, le cuesta hacer valer su posición, darse autoridad a sí mismo, y cuando termina la relación, no sabe cerrar los ciclos.
Para superar estos miedos, Piscis necesita valorarse internamente, volverse consciente de sus capacidades, hablarse y tratarse con amor incondicional, siempre, así como quiere que otros lo traten.
La belleza, el amor, la abundancia empiezan por casa. Primero, tienes tú que generar un ambiente saludable en tu mente para que puedas construir esa realidad afuera.
Para hacerlo, requieres constancia, decisión, firmeza y disciplina.