Cultura urbana

Cecilia Ansaldo: “El mundo es tan ancho que todos podemos caber”

Cecilia Ansaldo
Ilustración: Manuel Cabrera.

Entrevistar a Cecilia Ansaldo es adentrarse en un mundo en el que las palabras se unen para enaltecer la belleza y estética del lenguaje. 

Cecilia, la académica de fuste, la conspicua amante de los libros, la excelsa crítica literaria, se expresa con la solvencia de quien ha dedicado toda su vida al análisis de un caudal profuso de novelas, cuentos y ensayos. 

El acervo literario que lleva consigo es inconmensurable. 

No hay libro que le sea ajeno y, si acaso, el paso raudo del tiempo -su más enconado verdugo- le ha impedido trashojar sus páginas, sabe cabalmente a qué autor le pertenece y de qué va el argumento de la obra.

Jubilada de los pasillos de las universidades Católica y Casa Grande, confiesa que es difícil para ella despegarse de la academia, de ahí que vuelque su pasión por la literatura en las clases que imparte a sus discípulas -dos veces por semana-  del espacio cultural Estación Libro Abierto

De esa forma mantiene activa su vida intelectual y sofoca su curiosidad literaria. 

Es miembro de número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, una distinción que recibió hace escasos dos meses y que, confiesa, no se la esperaba. 

También es columnista del diario El Universo, cofundadora del Centro Cultural Estación Libro Abierto y directora del Comité de Contenidos de la Feria del Libro de Guayaquil.  

En esa tesitura, la de la FIL-2022, cuya inauguración está a la vuelta de la esquina, la revista digital Bagre conversó con ella. 

Revista Bagre. Cecilia Ansaldo. Feria del Libro de Guayaquil.
El 7 de julio de 2022, la doctora Cecilia Ansaldo se incorporó en calidad de miembro de número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Desde el año 2015 era miembro correspondiente de la honorable institución. Fotografía: Cortesía.

En julio de este año recibió la distinción de miembro de número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Siete años atrás, se convirtió en miembro correspondiente de esa honorable institución, ¿cómo recibió ese nombramiento?  

No lo esperaba. Uno puede ser miembro correspondiente toda la vida, de tal manera que esta iniciativa de la Academia Ecuatoriana de la Lengua me brindó un momento de felicidad en una instancia muy satisfactoria porque la intención en este caso es colaborar, estar más activa. 

A pesar de que vivo en Guayaquil y todo lo fundamental ocurre en Quito, es interesante saber que en ese núcleo de estudio, y de interés por la Lengua Española y por nuestra literatura, hay un sillón que me corresponde. 

Fue el sillón de Juanito Valdano, mi queridísimo amigo y tesorero de la Academia. Es un puesto de honor que acompaño simbólicamente con todo el corazón. 

Su discurso de incorporación en calidad de miembro de número fue De la voz armoniosa y profunda: mujer y poesía en la obra de María Piedad Castillo de Leví y Aurora Estrada y Ayala. Ambas mujeres. Como fundadora de Mujeres del Ático tenemos claro que usted es feminista, pero ¿por qué eligió a estas dos escritoras?  

Yo vengo trabajando con el tema mujeres que escriben desde los ochenta; recuerdo mis primeros pasos, mis descubrimientos, mis primeras lecturas. 

Ese nombre del grupo que fundamos en el año 84, Mujeres del Ático, viene de un libro fundamental del feminismo literario que se llama Las locas del ático

Es un emblema de ese espacio de reserva, del trabajo casi invisible que hacían las mujeres desde el pasado y del que fueron emergiendo para tomar la palabra, por lo tanto, son varias décadas de lectura, de estudio, de preocupación por las mujeres que trabajaban en el mundo intelectual y de allí en adelante no me he detenido. 

Están mis trabajos antológicos sobre las mujeres que han escrito en el Ecuador, está mi permanente estudio y seguimiento de generaciones de mujeres literatas, hasta que por circunstancias históricas caí en la obra de estas dos mujeres. 

“Precisamente, en estos dos años hemos tenido libros nuevos sobre las obras de María Piedad Castillo de Leví y Aurora Estrada”. 

Esos libros llegaron a mis manos; el uno a través de la colección Bicentenario del Municipio de Guayaquil, donde está Poesía de ayer y hoy, de María Piedad; y el otro a través de una publicación de la PUCE, de Quito, una antología de Aurora. 

Entonces dije para mi propio estudio: he aquí dos mujeres que no conozco lo suficiente y me dediqué a estudiarlas. 

Para mí fue un trabajo muy estimulante, un redescubrimiento valioso, y me dediqué a ellas de tal manera que siento que en esta tendencia al olvido, que tenemos los ecuatorianos, fue una coyuntura necesaria dedicarles un momento de atención con las veinte páginas que escribí para mi discurso.

Encuentro en ello una especie de remozamiento de la mirada sobre mujeres que ya estuvieron preocupadas sobre lo que hacían las mujeres de su tiempo. 

Revista Bagre. Feria del Libro de Guayaquil. Cecilia Ansaldo.
Claudia Noboa, Tatiana Landín, Cecilia Ansaldo y Miguel Muñoz forman parte del Comité de Contenido de la Feria del Libro de Guayaquil. Fotografía: Cortesía.

Entrevista a Cecilia Ansaldo

Si los seres humanos fuéramos inmortales y usted tuviera la posibilidad de articular u organizar una feria del libro, así como hoy lo hace, ¿a qué escritores convocaría? Supongo que Sor Juana sería la primera… 

Imagínese usted, qué maravilla, una escritora con hábito sentada ante el público, y conversando. Qué revolucionaria sería esa figura. Pues sí, invitaría a Sor Juana Inés de la Cruz, indiscutiblemente. Invitaría a Virginia Woolf, a Simone de Beauvoir, cuya voz vendría con toda la avalancha clarificadora del género femenino.  

Siguiendo en el tiempo invitaría a Vivian Gornick, la norteamericana que en este momento tiene 87 años de edad  y acaba de estar en el “Hay Festival de Querétaro“, demostrando que ni siquiera la edad en el mundo contemporáneo es un impedimento para estar activa, para estar lúcida, para escribir. 

Habría un rosario de figuras enormemente importantes. Ecuador no se queda atrás; con felicidad hoy tiene mujeres de entre los 30 y 40 años totalmente activas, totalmente lúcidas en lo que tiene que ver con el trabajo, la reflexión y la palabra activa. 

¿A qué escritor le ha costado convocar desde que se convirtió en la directora de contenido de la FIL-Guayaquil? 

Tengo varios. En algunos años hemos intentado invitar a la mexicana Fernanda Melchor, quien tiene un par de novelas absolutamente deslumbradoras. 

A ella la hemos convocado en cada año, pero por alguna circunstancia, no cosa de mala voluntad, sino por problemas de agenda, no ha podido venir. 

“Hemos intentado un contacto con la argentina Samantha Schweblin. Yo conocí a Schweblin en una feria de la Expolibro en la temporada anterior a ferias de Guayaquil, y no tenía en ese tiempo la fama como narradora latinoamericana que tiene hoy”. 

Hemos intentado un contacto con ella, pero se desplazó de Argentina a Alemania, está más distante, por lo tanto no ha podido venir. 

Debe haber más nombres, no solamente mujeres; he intentado contacto con Arturo Pérez-Reverte. También ha sido difícil coincidir con un autor de un enorme trabajo internacional, pero, en todo caso, si me voy con los que han podido venir me quedo muy satisfecha. 

A Guayaquil en estos ocho años de feria, que cumplimos en el 2022, han venido nombres respetabilísimos, empezando con el premio Nobel (John Maxwell) Coetzee, que estuvo en el 2016, en nuestra segunda feria. 

O personajes como Claudia Piñeiro, Leila Guerriero, Manuel Vilas, Javier Moro, Álex Grijelmo -que es un nombre que respetamos y queremos tanto-. 

Tres de los más importantes invitados a la FIL de este año son, además de escritores, periodistas: Martín Caparrós, Pilar del Río y Cristian Alarcón. Parece que cada vez más el periodismo se nutre de la literatura y la literatura se nutre del periodismo. ¿Qué opina de eso? 

Completamente, tengo muy claros los méritos de esta fusión, de esta proximidad, de eliminar las barreras de género para entregar libros verdaderamente notables. 

Acabo de leer las setecientas páginas de Ñamérica, de Martín Caparrós,  y estoy deslumbrada de cómo se trasuntan la crónica, el perfil, la entrevista y el testimonio en primera persona para convertirse en un libro que se lee como una novela, porque la novela compendia todo el entretenimiento y la pasión que puede plantearnos una lectura, y eso sucede con el periodismo de hoy.

Revista Bagre. Feria del Libro de Guayaquil.
Ñamérica es un libro de crónicas que retrata la realidad latinoamericana. Su autor, el periodista y escritor Martín Caparrós, estará presente en la Feria del Libro de Guayaquil 2022. Fotografía: Casa América Catalunya.

La primera que vino a poner una palabra en ese sentido fue Leila Guerriero, en el 2015, y Leila es la discípula mayor de Martín Caparrós, por eso estamos tan felices en este momento de que el maestro de la crónica latinoamericana llegue a Guayaquil para darnos un testimonio directísimo y luego integre una mesa sobre el periodismo narrativo. 

Por eso leo tanto periodismo como ficción identificando con mucho gusto los géneros, rayando el libro, haciendo anotaciones y viendo cómo estas dos expresiones se vuelcan juntas y se aproximan; aunque, en otras ocasiones, se separen y cumplan con los compromisos que tienen los autores en sus correspondientes géneros

Pilar del Río, por ejemplo, conoce a José Saramago cuando lo va a entrevistar, en función de periodista, y ahí empieza una relación que luego llegará al territorio sentimental. 

El siguiente paso es traducir cada página que se va escribiendo. Ellos crearon un método de trabajo conjunto; no esperaron que una obra estuviera terminada para traducirla, sino que fueron traduciendo simultáneamente. 

Con eso confirmo que literatura y periodismo no pueden mirarse por separado.

¿Martín Caparrós traerá bajo el brazo –Sarmiento– su nuevo libro?

No nos ha comunicado eso, hemos leído hasta Ñamérica. Sarmiento -presidente argentino- fue una figura controversial

Lo conozco -a Sarmiento- más que nada a partir de Facundo, su famoso ensayo del siglo XIX con aquello de “la lucha de civilización y barbarie” que ya los estudios latinoamericanos no pueden aceptar con ese binarismo tan pasivo porque precisamente a través de Caparrós confirmamos que América Latina es una tierra de mestizaje, de combinación, de mezcla, que no puede mirarse de una manera binaria. 

De los escritores invitados este año a la FIL Guayaquil, ¿podría recomendarnos al menos tres libros?  

Ñamérica es un libro de diagnóstico de la América Latina de hoy que todo periodista, que todo estudioso, que toda persona que está preocupada por el pasado, por el presente y por el futuro de América Latina debe leer. Es un libro fundamental. 

En segundo lugar menciono la novela Lectura fácil, de la narradora española Cristina Morales.

Esta es una novela de una sabiduría humana, de una conciencia política que impresiona. Ganó el premio Herralde de Novela 2018

Es de una mujer muy joven, antes de los 40 años, que supo compendiar en esa novela una visión sobre la feminidad menoscabada, si es que ese nombre irreverente o irrespetuoso le podemos dar a la discapacidad intelectual. 

Los protagonistas son cuatro muchachas con un porcentaje de discapacidad intelectual que están buscando la vida pero (tienen sobre sí) la mirada de un Estado que vigila, que tutela; eso las sofoca, eso las reduce. 

Revista Bagre. Feria del Libro de Guayaquil.
La española Cristina Morales, premio Herralde 2018, será otra de las invitadas a la Feria del Libro de Guayaquil. Lectura fácil, su novela más célebre, es una de las obras recomendadas por la crítica literaria Cecilia Ansaldo. Fotografía: Wallapop.

Es una novela feminista, una novela política que rompe la barrera de lo singular para mirar un conglomerado con identidad propia, que es Barcelona. Esa novela la respeto con toda el alma; es dura, agresiva, a veces exhibicionista, pero de una inteligencia enorme. 

En tercer lugar recomiendo una obra totalmente diferente, un libro escrito con finura, gentileza, con una especie de reserva interior en que la narradora escapa de las páginas para que el nombre del homenajeado crezca más. 

Me refiero a Intuición de la Isla, de Pilar del Río, un libro de testimonio, un libro en el que resuena y vuelve a vivir el José Saramago de los últimos 18 años de vida, desde que se asentara en Lanzarote y encontrara allí su segundo mundo, ya no Portugal, sino esta isla solitaria de las Canarias españolas donde escribió la segunda etapa de su vida literaria. 

Tres libros exquisitos, y verdaderamente importantes. 

Agustín Laje se ha propuesto politizar la cultura hacia la derecha porque siente que esta se encuentra cooptada por la izquierda. 

¿Qué opina de la presencia de Laje en la FIL-Guayaquil? ¿Qué piensa de la cultura de la cancelación? 

Soy tan disidente del pensamiento de Laje que invitarlo a él demuestra precisamente que la cultura no está dominada por la izquierda. 

Ocurre que ésta es una feria tan amplia que quiere demostrarle a Laje y a todos los que piensan como él que aquí hay un espacio para que cada persona oiga lo que quiere oír, sea inducido a lo que quiera leer, y piense, dialogue y confronte pensamientos opuestos en este mundo en el que parecería que toda la gente guerrea, pelea y lucha por un puesto. 

Yo creo que el mundo es tan ancho, y ya no ajeno, que todos podemos dialogar. A veces para no entendernos, a veces para no aceptar el pensamiento del otro, y eso está bien. 

El asunto es que los que conformamos la Feria del Libro somos un frente amplio.

Yo lidero el Comité de Contenidos Literarios, pero también tenemos propuestas del Municipio de Guayaquil, de la Empresa Municipal de Turismo, que es nuestro gran patrocinador, y de Expoplaza, la institución organizadora, que también tiene palabra. Y de la combinación de todos ellos salen los invitados. 

El señor Laje tendrá su momento, tendrá su público y sorteará los factores de apoyo o de disidencia que son tan naturales en este mundo contemporáneo. 

Cristian Alarcón, el editor de Anfibia, es otro de los invitados a la Feria de Guayaquil. ¿Qué nos puede decir de él? 

Es el escritor que menos conozco en este afán de leerlo todo que me está poseyendo y que me tenía con el libro de Pilar (del Río) abierto antes de las doce del día. 

Sé que es el premio Alfaguara 2022, un premio absolutamente respetable. Es chileno, vive en Argentina, y viene del periodismo como tantos otros periodistas que optan por escribir novelas. 

Caparrós también escribe novelas. En Un día en la vida de dios él escribe sobre una visión de dios femenina. 

El tercer paraíso, de Cristian, la tengo en reserva y espero tenerla algo leída antes de la feria (las puertas de la FIL Guayaquil se abrirán el 21 de septiembre y se cerrarán el 25) para saludarlo y conversar con él en persona. 

Este año serán homenajeados Harry Potter, y los padres de Charlie Brown y Hulk… En estos tiempos ¿es imposible darle la espalda a la cultura pop?

Es imposible. En este gran escenario en el que invitamos a todos queremos precisamente que los jóvenes se conviertan en lectores. 

Entre los 20 y los 30 años es una edad que tiene que figurar en nuestro mundo de asistencia a la Feria, por eso el aniversario de Harry Potter me parece significativo. 

Revista Bagre. Feria del Libro de Guayaquil.
La Feria del Libro de Guayaquil celebrará el cuarto de siglo de Harry Potter con una mesa dedicada al joven mago que da vida a una serie de novelas fantásticas. Fotografía: Vandal.

Cuántos jóvenes no crecieron como lectores con sus novelas. Yo misma llegué a leer los tres primeros tomos y ahí me quedé porque no puedo usar mi tiempo tan generosamente. 

Así se abre el abanico también de las escritoras juveniles; en esta ocasión tenemos a cuatro o cinco. 

Viene una pareja de españolas que escribe a cuatro manos; mire usted ese fenómeno que se ha dado muy poco en la literatura adulta. 

Ecuador tiene una maravillosa muestra en ese sentido con Joaquín Gallegos Lara y Nela Martínez, que escribieron una novela con veinte años de por medio. 

Pero en este caso, estas chicas españolas, Iria y Selene, firman todos sus libros con sus dos nombres. 

Vienen chicas de México y Guatemala, que son muchachas que se han iniciado en la literatura con el famoso romance. 

“Yo leía Corín Tellado, lo veía como una maravilla de la literatura, y eso no me hizo daño; al contrario, por ahí seguí abriendo camino y continué hacia adelante”. 

Así que esas narradoras que representan la literatura sentimental, la historia de misterio; la historia de suspenso; la cuestión fantástica tienen que estar en una feria y también tienen la oportunidad y el derecho de convocar a sus lectores. 

¿A qué escritores ecuatorianos podría destacar? 

La obra que domina mi interés en este momento se titula 1822, una novela sobre la Batalla del Pichincha escrita por Íñigo Salvador Crespo

Con él vamos a tener un acto de presentación en el que yo misma pondré unas palabras, a pesar de mi agenda tan ocupada de estos días, y lo haré por la admiración profunda que me provoca esta novela histórica, un relato que les da la palabra a los próceres. 

Revista Bagre. Feria del Libro de Guayaquil.
Íñigo Salvador es otro de los escritores invitados a la Feria del Libro de Guayaquil. Allí presentará 1822, una obra que recrea la Batalla del Pichincha, con cada uno de sus destacados personajes. Fotografía: Forbes Ecuador.

Olmedo es uno de los personajes; Sucre, una estrella humana, un joven de 26 o 27 años liderando los batallones internacionales de la guerra. 

Admiro además enormemente un trabajo exquisito al que ayer le dediqué mi columna: Mi delirio sobre el Chimborazo

Es un libro elegante, de cuidadosa edición, en el que el intelectual riobambeño Franklin Cepeda Astudillo le hace un seguimiento a todo lo que se ha publicado sobre ese poema en prosa, muy lírico, de Simón Bolívar

Hay autores muy nuevos que recién se lanzan a la vida literaria: tenemos la primera novela del arquitecto John Dunn; un libro de cuentos del joven escritor guayaquileño Jorge Vargas, y creo que Cadáver Exquisito está apoyando la primera novela de la poeta Andrea Crespo

“Habrá mesa de homenaje a los 40 años del narrador Javier Vásconez, flamante Premio Eugenio Espejo -2022- de literatura”. 

En la mesa de él vamos a recorrer los mayores hitos de una vida tan copiosa en cuento como en novela, así que hay bastante atención para la literatura nacional. 

Habrá otra mesa en la que participará Patricia González, también premio Eugenio Espejo 2022, con Cecilia Velasco

Patricia no es autora, pero es una voz cultural enormemente importante para el Ecuador. Esa conversación será el miércoles 21 de septiembre, durante la primera tarde. 

Como académica de formación, de hecho y de derecho, Cecilia Ansaldo se ha convertido en un adalid de la crítica literaria, por ello sus opiniones son una guía imponderable para todos quienes, al igual que ella, aman la literatura y se han comprometido con ese invaluable instrumento que honra a la palabra.

* Al cierre de esta edición se pudo conocer que el escritor Cristian Alarcón no podrá venir a la Feria del Libro de Guayaquil 2022.