En numerología, en el 2025 nos encontraremos ante un Año Universal 9, un período marcado por el cierre de ciclos, la introspección y la transformación profunda.
Así, el año 2025 vibra con la energía del Arcano 9 del Tarot: El Ermitaño, un arcano mayor que simboliza la búsqueda interna, la sabiduría adquirida a través de la soledad y la iluminación espiritual que se encuentra en lo más profundo de nosotras mismas.
El Ermitaño te invita a caminar por un sendero de reflexión, a soltar lo que ya no es necesario y a prepararte para un renacimiento.

Numerología: La simbología de El Ermitaño y su relación con el Año 9
La carta de El Ermitaño en el Tarot está llena de símbolos que reflejan su profundo significado:
- La lámpara que sostiene en su mano ilumina el camino hacia la verdad interior. En el contexto del Año 9, esta lámpara simboliza la luz de la sabiduría que debes encontrar dentro de ti mientras cierras ciclos. El Ermitaño no necesita una luz brillante, sino una tenue que solo ilumina lo suficiente para dar el siguiente paso. Esto, en el contexto del 2025, significa que no necesitas ver todo el camino por delante, solo confiar en que, con cada paso que des, la luz te guiará hacia tu propósito.
- El bastón de El Ermitaño representa el apoyo firme y la estabilidad interna que se adquiere a través de la introspección. Durante el Año 9, mientras dejas ir lo que ya no te sirve, necesitarás esta estabilidad interna para mantenerte centrada en medio del cambio. El bastón es también un recordatorio de que no estás sola en este viaje, que tu fuerza interior siempre estará ahí para sostenerte.
- El manto que cubre a El Ermitaño simboliza la protección que le otorga su sabiduría y experiencia. En el 2025, este manto te recuerda que la sabiduría adquirida a lo largo de los años es tu refugio mientras navegas los finales de ciclos. A medida que cierras puertas, confía en la protección que te brinda el conocimiento profundo que has acumulado.
- La capucha de El Loco, ¿es la misma que lleva El Ermitaño? De ser así, el mensaje es que El Loco ha encontrado la paz y el sosiego que le brinda la evolución alcanzada por El Ermitaño. Según los principios pitagóricos, el nivel 9 está relacionado con el ideal de perfección y culminación en el ciclo del aprendizaje espiritual y material. Para Pitágoras, el número 9 simbolizaba el último paso antes de la transición hacia una nueva fase o nivel de conciencia. Los discípulos de la Escuela Pitagórica que alcanzaban el nivel 9 —conocido como nonada en las teorías pitagóricas— llegaban a un estado elevado de sabiduría, después de superar los desafíos previos. Este número representaba el final de un ciclo, un punto en el cual el iniciado estaba listo para integrar todos los aprendizajes acumulados y prepararse para trascender hacia un nuevo ciclo o nivel de aprendizaje.

A nivel universal, el año 2025 significa el cierre de un ciclo. Desde tu humanidad, no puedes detener los cambios ni anclarte en el pasado, los recuerdos, rencores, miedos o caprichos. Lo único sensato es tomar el cambio y convertirlo en fortaleza.
Puede sonar crudo, pero… ¡el mundo no se detendrá! ¿Qué pasaría, entonces, si te detienes y no caminas con El Ermitaño?
Numerología 2025: cierre de un ciclo
El Ermitaño representa un tiempo de autodisciplina, paciencia y reflexión profunda. A través de la introspección, este arcano enseña que las respuestas a los grandes dilemas de la vida no se encuentran en el ruido del mundo externo, sino en nuestro interior.
El Ermitaño invita a buscar la verdad espiritual en el silencio, confiar en el conocimiento adquirido a través de las experiencias pasadas y alejarse temporalmente de las distracciones mundanas para comprender la esencia de las cosas.
En este proceso de búsqueda espiritual, El Ermitaño anima a soltar lo que ya no es útil, lo que ha cumplido su ciclo, y a tomar las riendas del camino personal con una nueva claridad y visión.
De La Justicia en el 2024 a El Ermitaño en el 2025, ¿Cómo hacer la transición?
El camino que recorre el Arcano 8 (La Justicia) hacia el Arcano 9 (El Ermitaño) es un proceso de equilibrio, aprendizaje y maduración espiritual.
Ambos arcanos representan etapas clave en el desarrollo personal y espiritual, donde pasamos de la justicia externa y la responsabilidad moral del Arcano 8, hacia la introspección profunda y la sabiduría interior del Arcano 9.
El Arcano 8: La Justicia
El Arcano 8, la Justicia, se centra en el equilibrio, la responsabilidad y el ajuste de cuentas. Aquí, el enfoque está en tomar decisiones basadas en la verdad, asumir las consecuencias de nuestras acciones y buscar un equilibrio en todos los aspectos de la vida. Este arcano representa un período en el que la ley del karma está activa: lo que has sembrado es lo que cosecharás.
La Justicia invita a reflexionar sobre las decisiones que tomamos y las acciones que hemos emprendido, y cómo han dado forma a nuestras vidas. En términos prácticos, el Arcano 8 te pide que pongas en orden todo lo que has dejado pendiente, que hagas ajustes en tus relaciones, finanzas y compromisos, y que encuentres un equilibrio justo en todas las áreas de tu vida.
El Arcano 9: El Ermitaño

Al transitar hacia el Arcano 9, El Ermitaño, entramos en una fase más interna. Aquí ya no se trata solo de la justicia externa o el equilibrio de nuestras acciones en el mundo, sino de buscar la verdad en nuestro interior. Después de haber pasado por el proceso de equilibrio y ajuste con la Justicia, El Ermitaño nos invita a retirarnos y reflexionar sobre lo que realmente hemos aprendido.
El Ermitaño simboliza un cierre de ciclos y la necesidad de introspección profunda para integrar las lecciones del Arcano 8.
El retiro no es una retirada en el sentido de abandono, sino un momento para ganar claridad, sabiduría y perspectiva antes de embarcarnos en un nuevo ciclo.
Numerología 2025: El Ermitaño en la práctica

El tránsito del Año Personal 8 (un año de acción, poder y manifestación) hacia el Año Personal 9 (un año de cierre, reflexión y transformación) sigue un proceso similar al viaje entre el Arcano 8 y el Arcano 9.
Este es un momento crucial para revisar las decisiones que has tomado en el Año 8, para hacer ajustes finales y prepararte para la profunda introspección que marca el Año 9.
1. Revisar y evaluar (Arcano 8, Justicia)
Al final del Año 8, es fundamental que te tomes un momento para evaluar tus acciones y decisiones. Has trabajado arduamente para manifestar metas y logros, pero la Justicia te invita a hacer un balance:
- ¿Has sido justa contigo misma y con los demás?
- ¿Has asumido las consecuencias de tus decisiones con integridad?
- ¿Has creado el equilibrio que necesitas en tu vida?
En este punto, es importante ajustar lo que aún necesita equilibrio: cerrar deudas, resolver conflictos, y asegurarte de que has sido fiel a tu propósito. El Año 8 es un tiempo de resultados y recompensas, pero antes de cerrar el ciclo, asegúrate de que todo está en su lugar.
2. Reflexión e introspección (Arcano 9, El Ermitaño)
Con la llegada del Año 9, la energía cambia de acción externa a reflexión interna. Aquí es donde la transición de la Justicia a El Ermitaño cobra vida.
El Año 9 te invita a cerrar ciclos, a dejar ir lo que ya no te sirve y a buscar la sabiduría en tus experiencias. Así como El Ermitaño, es el momento de:
- Retirarte del ruido externo: Haz una pausa y reflexiona. ¿Qué lecciones te ha dejado el Año 8? El Ermitaño te pide que analices tus experiencias y te conectes con tu sabiduría interna.
- Dejar ir con gratitud: El Año 9 se trata de soltar todo lo que ya ha cumplido su propósito en tu vida. Esto incluye metas, relaciones, hábitos y situaciones que ya no te aportan valor. Como El Ermitaño, es un año para agradecer el pasado y hacer espacio para lo nuevo.
- Buscar el sentido profundo: El Ermitaño simboliza una búsqueda espiritual. Usa este año para profundizar en tus creencias, meditar y entender el significado más profundo de tu camino. Este año es clave para prepararte desde lo espiritual para los nuevos comienzos que traerá el próximo ciclo.
El viaje del Arcano 8 (La Justicia) al Arcano 9 (El Ermitaño) es un proceso de equilibrio y responsabilidad hacia introspección y sabiduría.
Al final del Año 8, asegúrate de que todo lo que has hecho esté alineado con la verdad y el equilibrio. En el Año 9, El Ermitaño te invita a hacer una pausa consciente, reflexionar sobre lo aprendido, y soltar lo que ya no tiene lugar en tu vida.
Este proceso no es inmediato, sino un viaje continuo. Al integrar la justicia de tus acciones y decisiones con la sabiduría adquirida a través de la introspección, te preparas para cerrar el ciclo con gratitud y abrirte a una nueva fase de transformación espiritual y personal.





