El Sol entró en el grado 0 de Capricornio. Así, desciende a la Tierra la poderosa energía del centro galáctico, conocido en tradiciones antiguas como Alcyone o Sol Central. Es debido a esta influencia que en esta época nacen grandes seres.
En este mes que estará rigiendo Capricornio, podremos ver lo materializado, lo que logramos concretar a través del año. Es un mes para agradecer por las bendiciones recibidas y compartir nuestros frutos con quienes queramos.
Es el mes de lo culminante, de la manifestación, de la excelencia, el punto más alto en el Cielo. Este punto, en la Carta Astral, se conoce como Medio Cielo y le corresponde la Casa 10.
La Casa 10, asociada a Capricornio, es donde vamos a experimentar la concreción de nuestros anhelos, la provisión de recursos, la llegada de dinero y de logros materiales, vivir en la abundancia que nos da la Tierra.
El jueves 21 de diciembre, a las 22:28 (hora de Ecuador continental) comenzaron los tres días del Solsticio de Verano (hemisferio sur) y de Invierno (hemisferio norte). Sin embargo, como el Ecuador está en el centro planetario recibe ambas corrientes del Norte y del Sur.
La duración de las estaciones varía según la región. En la Costa, la época lluviosa (le llamamos invierno) se inicia en diciembre y dura hasta mayo, mientras que la época seca (le llamamos verano) es entre junio y noviembre. En los Andes, la estación lluviosa dura de octubre a mayo y la seca de junio a septiembre. En la Amazonia llueve todo el año.
Solsticio quiere decir que el Sol se queda quieto, en completa estabilidad, antes de su renacimiento anual, el 25 de diciembre.

Este renacimiento del Sol es algo que los romanos llamaban Nativitas (nacimiento en latín). Es el nacimiento del Sol renovado, o del Sol Invictus.
Del 22 al 30 de diciembre se cuentan los 9 días del final del año, para la celebración de este nacimiento solar, algo descrito por antiguos como «la búsqueda de la iluminación», o «el retorno de la sabiduría».
En Escandinavia, los 9 días son los 9 mundos que prenden del fresno sagrado, Yggdrasil, donde Odín Wotan, dios de Asgard (el Cielo) se dirigió para buscar la sabiduría, donde encontró las runas que prendían de él, regalo preciado de la Divinidad para los humanos de Midgard (Tierra Media).
En toda Europa y Asia la celebración del Natalis Solis era común en todos los pueblos, y la aparición del cristianismo adoptó la cultura popular nombrando a su salvador como dios Sol, haciéndolo «nacer» el 25 de diciembre.
Los nórdicos y celtas infundieron a los cristianos la tradición del dios Odín y sus obsequios en el árbol, donde prenden las esferas celestes, uniendo la tradición pagana para armar el primer árbol de Navidad, al cual un viejo barbudo se acercaba para, en sus pies, dejar los regalos al mundo.
Posteriormente, esta tradición se uniría a otras, como el buen San Nikolai, para los norteños Saint Klaus.
La tradición cristiana también eligió ese 25 de diciembre para celebrar el nacimiento del Niño Dios (Jesús).

El árbol, Jesús, Santa Claus, regalos bajo el pino, bolas y luces colgando del árbol, 25 de diciembre, Navidad, todo habla de lo mismo: el renacimiento de la luz dentro de cada uno de nosotros.
La historia es un camino hacia la integración de todas las partes que estaban separadas.
La Navidad es algo real que nos afecta a todos y que podemos sentir en nuestra propia energía interna. Es el renacimiento del Sol tras el solsticio, el cambio de las estaciones, la esperanza del retorno de la primavera, de descubrirnos en un nuevo ciclo, de florecer, de unirnos como mundo en un día común y planetario de esperanza, paz y armonía.
El Sol comienza su camino hacia lo alto (norte) y hacia abajo (sur), y esto es la máxima unidad por la que debemos celebrar.
Con el ingreso del Sol en el signo de Capricornio se abre un nuevo ciclo astrológico que dura tres meses, y que justamente termina el 21 de marzo, cuando la rueda zodiacal empiece a girar nuevamente con la entrada del Sol en Aries, dando inicio a un nuevo año astrológico.
Debemos recordar que este 31 de diciembre solo termina el año, según el calendario gregoriano, pero en el calendario astrológico, el año se acaba el 20 de marzo.
En estos tres meses finales transitaremos por los signos de Capricornio (21 de diciembre-19 de enero), Acuario (20 de enero-19 de febrero) y Piscis (20 de febrero-20 de marzo).
En Astrología, en esta temporada igresa al elemento Tierra de Capricornio

En Astrología, pasamos del elemento Fuego de Sagitario, al elemento Tierra, de Capricornio. Esto marca una gran diferencia, ya que mientras el fuego nos llena de entusiasmo, optimismo, ímpetu e iniciativas, la tierra nos inclina a buscar la estabilidad y a medir todo en términos de logros alcanzados. ¿Qué hemos hecho con el tiempo que se nos dio en este 2023? Esto es lo que viene a cuestionar Saturno, el gobernante de Capricornio.
Saturno evalúa resultados, no le importa tanto lo que sientes o deseas, sino lo que has sido capaz de plasmar en una realidad física. Saturno es como el jefe que regresa después de un tiempo de ausencia para ver quién hizo su trabajo y quién no. Saturno no es indulgente ni es benévolo con quien ha procrastinado o dejado todo para última hora.
Como el paso de Saturno coincide con el final del año calendario, estaremos más abocados a autoevaluarnos, para ver qué tanta utilidad le dimos al tiempo y a los recursos que la vida nos dio este año.
Por otro lado, hemos pasado de la energía mutable de Sagitario a la energía cardinal de Capricornio. La energía mutable nos permite cambiar de opinión, ser más flexibles y tolerantes incluso con los errores. Por el contrario, la energía cardinal nos obliga a movernos en una misma línea, que ya la tuvimos que tener trazada de antemano.

Ahora ya no vale dudar, ni cambiar de camino o cuestionar las acciones previas. Es el momento de enfocarnos y validar las elecciones que hemos hecho hasta ahora para poder mostrar nuestros mejores frutos y poder pasar con éxito la revisión de Saturno. La época de Saturno es el momento de exponer lo logrado.
Saturno es un planeta lento, que trae cambios a gran escala. Esta consciencia astral no solo estará rigiendo este mes, sino que será uno de los protagonistas en 2024, porque cambiará de signo generando cambios a nivel planetario.
Saturno entrará en Piscis a partir de marzo de 2024. Desde ya, podemos anticipar que este tránsito beneficiará sobre todo a los signos de Tauro, Cáncer, Escorpio y Capricornio. Serán las personas nacidas en los segundos decanatos de estos signos. Es decir: quienes cumplen años los diez primeros días de mayo, julio, noviembre y diciembre. Ellos vivirán un tránsito armónico de Saturno. Esta influencia estará activa hasta febrero de 2025.

Por el contrario, los Géminis, Virgo y Sagitario, sobre todo, los nacidos dentro de los primeros diez días de junio, septiembre y diciembre, recibirán la influencia inarmónica de Saturno desde marzo de 2024 hasta febrero de 2025.
Ellos podrían experimentar retrasos, obstáculos, trabas. Será un tiempo de aprendizaje y lo que más van a necesitar es paciencia, coherencia, disciplina para poder atravesar este tránsito. Como siempre, lo más importante es mantener alta la vibración y no dejarse abatir por la negatividad, la ansiedad o el estrés.
Los demás signos no sentirán esta influencia de manera tan notoria.
Veamos ahora cómo es la energía de Saturno cuando se expresa en la personalidad de un Capricornio.
Si tienes al Sol en Capricornio

Capricornio, el décimo signo del Zodíaco, está relacionado con la paciencia, el sentido de responsabilidad, el esfuerzo, la constancia, y la madurez.
Es probable que desde muy pequeño hayas sido un niño maduro para tu edad, capaz de asumir de buena gana tareas por las que, otros niños, hacían berrinches. Un niño que jugaba solo, o que fue sometido a asumir una responsabilidad de adulto.
Por tener energía cardinal, Capricornio es un iniciador, necesita hacer cosas nuevas, ser pionero, avanzar hacia una meta, innovando, dando a luz nuevos proyectos.
Por eso, eres un líder innato, alguien con la capacidad de ponerse al frente para mandar y organizar. Nunca te sentirás satisfecho en un puesto subordinado, realizando las ideas de otros, a menos que formen parte de tus aspiraciones. Te sentirás bien trabajando en forma independiente u ocupando una posición de autoridad.
Capricornio es un signo de tierra y por eso eres alguien realista, práctico y concreto. Tienes mucha ambición y un fuerte deseo de concretar metas materiales. Necesitas sentir que tu carrera, negocio o empresa te permiten crecer cada año un poco más.
Tú puedes dar siempre más, y no estarás conforme hasta que no llegues a la excelencia en lo que sea que hagas. Tal como la cabra, subirás a la cima de la montaña elegida para, desde las alturas, disfrutar de tus logros. Este signo te llevará siempre a anhelar la excelencia, y ambicionar lo mejor del mundo.
Eres una persona muy responsable, trabajadora y tenaz. Te sientes fuerte e independiente y eres capaz de hacer grandes esfuerzos y sacrificios para alcanzar tus metas.
Tu sentido práctico y realista de la vida te permiten solucionar muchos problemas, y tu estilo serio y profundo despierta mucha confianza y respeto en las personas que te rodean. Tienes una capacidad innata para dirigir y organizar gente, pero es probable que prefieras un trabajo solitario.
La vida te resulta difícil y llena de desafíos, sin embargo, cuentas con la fortaleza necesaria para alcanzar el triunfo en lo que te propongas.
Tu estilo es tradicional y conservador. No te interesa llamar la atención ni esperas grandes reconocimientos por tus esfuerzos.
No te interesa mantener una gran vida social. Pero con tus pocos amigos, tienes una actitud paternal y protectora. Te brindas a plenitud una vez que confías o amas.
Tienes una mente firme y, con dificultad, cambias tus objetivos u opiniones. Tu paciencia y perseverancia son admirables.
Tu propósito álmico tiene que ver con imponer orden, organización, cautela, hacer respetar las normas y las tradiciones, trabajar de manera ardua, investigar, enseñar, educar y formar.
Una de tus misiones es comandar y guiar a personas más débiles, asumir responsabilidades y transmitir seguridad y confianza a quienes lo necesitan. Podrías verte en la situación de tener que cuidar a padres ancianos o a personas menos favorecidas.
Enseñarás a los demás a economizar, a ver la vida con realismo, a ser prácticos, perfeccionistas y, principalmente, a ser perseverantes.
Para evolucionar, tu espíritu necesita aprender a relajarse, a disfrutar más de la vida y a ser menos pesimista.
Tienes que aprender a demostrar tus afectos e ideas de manera más abierta superando la desconfianza o las inhibiciones internas. Es necesario que sueltes la rigidez de tus pensamientos, el rencor, el egoísmo y la tendencia a ser fatalista.
Tu exagerada preocupación por las soluciones en el mundo material, puede llevarte a dejar de lado la espiritualidad y, muchas veces, incluso el amor. Podrías verte en la situación de vivir una soledad no elegida, y no tener con quién compartir tus logros. Tienes que aprender a delegar, a confiar en otros y no asfixiarte con las responsabilidades que asumes.
Si tienes la Luna en Capricornio

La Luna en tu Carta natal nos revela cómo fue (o todavía es) la relación con tu madre. Esta relación marca, a nivel inconsciente, todas las relaciones de tu vida, sobre todo las relaciones de pareja.
Es la madre la que enseña al hijo cómo sentir, y lo hace a partir de su propias vivencias. Pero, hay que comprender que el Alma, como viajera del tiempo, elige a esa madre para completar un aprendizaje que necesita. La elección de la madre cumple un propósito evolutivo muy importante.
El propósito evolutivo de quien tiene la Luna en Capricornio es aprender a hacerse cargo de sí mismo, sin generar dependencias emocionales hacia otros. Es hacerse fuerte, seguro, crear una estructura propia, para impedir que otros lo manipulen.
Es por eso que elegiste a una madre dura, que, probablemente, no demostraba sus afectos. Se mostraba cohibida o reprimía de muchas maneras lo que sentía.
También, es posible que haya esperado o te haya educado para que te muestres como adulto, o asumas responsabilidades, desde muy pequeño.
Es probable que tu madre haya sido (o sea) una madre muy autoritaria, tradicionalista y conservadora, características propias del signo de Capricornio. De ella, tú aprendiste a ser eficiente, práctico y muy exigente con las personas.
Debido a la manera de ser de tu madre, tu hogar pudo sentirse un tanto “frío”, donde el amor se demostraba a través del deber y buen comportamiento.
Si esto fue así, de adulto te ha costado ser demostrativo con tus sentimientos, o tienes la tendencia a demostrar el amor haciendo cosas y no a través de la caricia o las palabras.
También, la influencia de una madre así pudo volverte muy materialista, o preocupado de obtener dinero y cosas, pensando que puedes suplir tus necesidades afectivas con el dinero.
Gracias a la influencia de tu madre, desarrollaste un sentido muy profundo de la responsabilidad y en tu trabajo muestras una gran aplicación. Eres perfeccionista y difícil de complacer. También, puedes tener gran dificultad para aceptar tus propios errores o deficiencias.
Esta influencia trae habilidad administrativa y de liderazgo, pero debilita mucho la efusividad emocional.
No eres muy expresivo con tus emociones, aunque las mismas sean intensas o profundas. Eres inseguro y sientes que si te abres demasiado, te vuelves vulnerable.
Tu imagen externa puede ser más bien fría o distante. Vives una profunda soledad interior que intentas llenar con tus actividades. Además, puedes tender a la melancolía, depresión o al aislamiento social. Debes trabajar sobre tus represiones internas desarrollando más confianza en tu mundo emocional, sin esperar reconocimiento ni aprobación por parte de los demás, evitando juzgar o criticar las reacciones de los otros.
Tienes un gran sentido de la responsabilidad y te desenvuelves de manera eficiente en tu trabajo. Puedes llegar a ocupar puestos importantes y alcanzar renombre social.
Tu visión de la vida es realista y muestras mucha constancia al perseguir tus objetivos.
Tienes fuertes ambiciones y sabes asumir responsabilidades. Sobresales por tu capacidad de organización y liderazgo, y tus ideas tienden a estar muy bien clasificadas y estructuradas. Eres cauteloso con el manejo del dinero y tienes un fuerte sentido común. Sabes encontrar soluciones a cada problema, porque eres práctico.
En tu mente subconsciente yace un fuerte deseo de tener poder y control sobre tu vida. Es probable que en vidas anteriores hayas ocupado puestos de autoridad y prestigio social.
Te has acostumbrado a recibir respeto, honores y cooperación por parte de quienes te acompañaban, y sentías que estabas en la mira del público. Eso te llevó a cuidar tu imagen y a mantener un estilo de vida gobernado por un protocolo, lujos o tradición. Por eso, hoy te sientes seguro respecto del lugar que debes ocupar en la sociedad y no así de tu mundo emocional.
En esta encarnación debes aprender a compatibilizar tu sentido del poder con tus sentimientos. Tienes que tomar la vida con menos preocupación y más flexibilidad, evitando tratar de tener siempre el control de cada situación.
Si tienes el Ascendente en Capricornio

Así como el Sol determina cómo es nuestra esencia, nuestra personalidad interna, nuestro Ascendente determina cómo somos cuando interactuamos, cómo es nuestro ego, cómo nos proyectamos hacia afuera.
Los demás te ven como una persona seria, responsable y muy trabajadora. Sin embargo, dependiendo de tu signo solar, puede que esto sea sólo una apariencia y no una realidad interior.
Para afuera, transmites confianza y firmeza en tus actos. Capricornio te ayuda a contenerte a nivel emocional, pero también te puede hacer actuar de manera rígida, demasiado orgullosa e inflexible.
Podrías ser considerado interesado, oportunista, alguien que siempre saca provecho de sus relaciones. Es decir, que no se relaciona por el placer de hacerlo, sino que siempre esconde un interés. Podrías tener la tendencia a descartar a las personas que no te sirven. Es decir: valorar al otro según su nivel de utilidad para tus fines.
Por fuera, las personas ven que posees una gran inteligencia, pero no en un sentido sensible, sino en un sentido práctico, que te permite resolver cualquier problema. Te gusta mandar y que te obedezcan. Te gusta ordenar a los demás, y puedes ser muy controlador y tirano.
Te muestras realista, concreto y ejecutivo. No te gusta depender de nadie y estás acostumbrado a asumir todas tus responsabilidades y, a veces, las de los otros también.
Muchas veces te muestras intolerante, autoritario, inflexible, y quieres que todos hagan tu voluntad. Tú estás siempre dispuesto a luchar para obtener lo que te propones, y no te importa lo que tengas que sortear en el medio.
No te interesan las relaciones superficiales porque valoras tu tiempo. Si ves que no hay potencial para una relación seria, o que la persona no te ofrece algo consistente, prefieres dejarla.
Valoras demasiado tu tiempo y energía como para perderlo en relaciones intrascendentes, que no te aportan nada. Tú siempre quieres sacar partido de toda situación.
Una vez te enamoras, eres el más fiel y constante en tus afectos, sin dejar nunca de lado tus intereses materiales, por eso, buscas a una pareja que sientas que está a tu altura, ya sea en términos intelectuales, económicos, o de presencia. Buscas a una pareja que te abra a más contactos sociales y que juntos luzcan tal como tú te ves a ti mismo: como una persona exitosa.





