
Autor: Tatiana Mendoza
Pata salada desde 1988. Lavoe fue mi padre por un tiempo y luego la hija perdida de Morrison. El libro inicial de mi erotismo fue "El silencio de los inocentes" como si Lecter fuera la lluvia dorada que necesitaba en la adolescencia. Los que llegaron después, tuvieron pies y jugamos a la ruleta rusa. Cada historia que escribo es un ir deprisa, como si la muerte llegara hoy. Me casé con Almodóvar en mis sueños y me contradigo, porque soy una ola perdida de Manta.